El Parlamento Europeo ha aprobado una nueva ley sobre salarios mínimos adecuados en la Unión Europea. No obstante, la futura Directiva respetará las prácticas nacionales de fijación de salarios y permite a cada miembro evaluar si el salario mínimo en su país garantiza un nivel de vida «digno».
El pasado 6 de junio 2020 la Comisión Europea daba los primeros pasos para fijar una remuneración mínima en los países de la UE equivalente al 60% de su sueldo medio nacional. Los objetivos de la medida eran claros: potenciar la convergencia económica entre la Unión y combatir la pobreza.
La medida —cuya prioridad es crear un salario mínimo a nivel europeo para impedir que existan personas trabajadoras en situación de pobreza—, ha sido respaldada el pasado miércoles con 505 votos a favor, 92 en contra y 44 abstenciones, y se aplicará a los trabajadores de la UE que tengan un contrato de trabajo o una relación laboral. No obstante, aquellos países de la UE en los que el salario mínimo ya está protegido exclusivamente a través de convenios colectivos no estarán obligados a introducir estas normas ni a aplicar dichos convenios de manera universal.
El texto debe ser aprobado formalmente por el Consejo de la UE y publicado en el Diario Oficial de la UE. A partir de entonces, los Estados miembros dispondrán de dos años para dar cumplimiento a la Directiva.
Diferencias entre los países de la UE
Veintiún de los veintisiete Estados miembros cuentan con un salario mínimo legal. En los otros seis países (Austria, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Italia y Suecia), los niveles salariales se determinan a través de la negociación salarial colectiva. Del mismo modo existen grandes diferencias, países como Luxemburgo, Irlanda y Alemania disponen de los salarios mínimos más altos, mientras que Bulgaria, Letonia y Estonia, son de los más bajos.
El salario mínimo más alto de la Unión Europea, el de Luxemburgo (2.313,4 euros mensuales) es seis veces mayor que el más bajo, de Bulgaria (363 euros).
La fijación del salario mínimo seguirá siendo una competencia de los Estados miembros
La fijación del salario mínimo seguirá siendo una competencia de los Estados miembros, que tendrán que asegurarse de que permita a los trabajadores llevar una vida digna, teniendo en cuenta el coste de la vida y el nivel salarial general. A la hora de evaluar si sus salarios mínimos legales vigentes son adecuados, los Estados miembros podrán tomar como referencia una cesta de bienes y servicios a precios reales, o bien el 60 % de la mediana salarial bruta y el 50 % del salario medio bruto.
Promover la negociación colectiva
La futura directiva promueve y refuerza, la negociación colectiva sectorial e intersectorial como factor esencial para lograr unos salarios mínimos adecuados. Los Estados miembros con una tasa de cobertura de la negociación colectiva inferior al 80 % deberán establecer, con la participación de los interlocutores sociales, un plan de acción para promoverla.
Supervisión y derecho a reparación
Los países de la UE estarán obligados a establecer un sistema para asegurar el cumplimiento de la Directiva y abordar fenómenos como la subcontratación abusiva, los falsos autónomos, las horas extra no declaradas o el aumento de la intensidad del trabajo. Este sistema deberá incluir medidas de supervisión fiables, controles e inspecciones sobre el terreno.
Derecho a compensación en caso de incumplimiento
Otra de las novedades será que los trabajadores, sus representantes y los afiliados a los sindicatos tendrán derecho a compensación en caso de incumplimiento de la normativa
Fuente: Noticias Parlamento Europeo
Acuerdo provisional Directiva sobre salarios mínimos adecuados en la Unión Europea (enlace en inglés