Treinta y seis representantes de las filiales de la FSESP de 17 países participaron el 12 de enero en un grupo de trabajo en línea para debatir el proyecto de directiva de la Comisión Europea sobre los salarios mínimos adecuados. Esta fue la tercera reunión del grupo de trabajo después del lanzamiento de la iniciativa de la Comisión en enero de 2020.
La Secretaria General Adjunta de la CES, Esther Lynch, presentó la evaluación de la CES del proyecto de directiva, subrayando la importancia de que la Comisión Europea reconozca que las recientes tendencias de estancamiento de los salarios mínimos y el aumento de la pobreza en el lugar de trabajo requieren una acción a nivel europeo. Esto, en opinión de Esther, es un argumento vital contra las afirmaciones de que el proyecto de directiva infringe los principios de subsidiariedad.
A continuación, aclaró que la CES había acogido favorablemente el proyecto de directiva ante la fuerte oposición de los empleadores. Sin embargo, se necesitaban grandes cambios para que la directiva fuera algo que la CES pudiera apoyar plenamente, sobre todo en relación con el establecimiento de un umbral mínimo específico para los salarios mínimos nacionales; medidas más concretas para promover la negociación colectiva y normas para salvaguardar los sistemas de negociación colectiva existentes y eficaces.
Entre las principales prioridades de la CES para la modificación de la directiva se encontraban:
Asegurar que la definición de negociación colectiva especificara el papel de los sindicatos;
Inclusión del umbral del 50% de los salarios medios/60% de los salarios medios como el piso por debajo del cual no deben estar todos los salarios mínimos;
Cambios en las disposiciones sobre los mecanismos de supervisión para evitar que se otorgue a la Comisión Europea alguna facultad para intervenir en la negociación colectiva a nivel nacional;
Medidas más estrictas para promover la negociación colectiva en los planes que los Estados Miembros tendrían que aplicar si la cobertura de los convenios colectivos cae por debajo del 70%;
Propuestas claras para prohibir la destrucción de sindicatos;
Eliminación de la referencia a la productividad en los criterios para el establecimiento de los salarios mínimos nacionales; y
Fortalecimiento de las disposiciones sobre contratación pública.
Esther explicó que, si bien la Comisión Europea había confirmado que el fundamento jurídico de la directiva era el artículo 153 sobre las condiciones de trabajo, los Estados Miembros habían pedido a los servicios jurídicos del Consejo Europeo que dieran su opinión. Existía la posibilidad de que el Consejo pusiera de relieve el artículo 4 sobre la negociación colectiva y argumentara que la base jurídica debía ser la «defensa de los intereses colectivos». Si este fuera el caso, entonces la votación sobre la directiva requeriría unanimidad que, sobre la base de una clara oposición de algunos Estados miembros, significaría el fin de la directiva.
Hubo preguntas y comentarios de los participantes de Suecia, Irlanda y Alemania. Esther respondió a los puntos señalando que la CES era muy consciente de que la directiva en su forma actual no proporcionaba las salvaguardias adecuadas para los sistemas de negociación colectiva. Subrayó que esto preocupaba a todos los sistemas de negociación colectiva y no sólo a los de los países escandinavos. Esther se centró en la importancia de reforzar el artículo 4 con disposiciones para prevenir la ruptura de los sindicatos y sugirió que aquí podría haber margen para hacer referencia a los convenios de la OIT y a la carta de derechos sociales.
La CES se mostró positiva sobre el papel crucial que desempeñará la actual Presidencia portuguesa, pero Esther subrayó que esto significaba tratar de lograr el mayor progreso posible en la primera mitad del año.
Hubo algunos debates sobre el cambio de la posición jurídica europea en materia de negociación colectiva mediante la aplicación de un protocolo de progreso social o la incorporación de las instituciones de la UE en el ámbito del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Esther sugirió que ambas cosas requerían un cambio significativo en el enfoque y el esfuerzo del movimiento sindical europeo y que era una cuestión que podría abordarse en la conferencia de mitad de período de la CES, si los afiliados presionaban para ello.
Esther subrayó la determinación de la CES de utilizar las normas de contratación pública para promover la negociación colectiva y no sólo exigir a los empleadores que cumplieran los requisitos básicos en materia de remuneración. Estaban trabajando en ello con asesores jurídicos y las propuestas se debatirían en un seminario web el 22 de enero y se animó a los participantes a inscribirse en la reunión. También dijo que seguían destacando los casos de quiebra de sindicatos y de actividad antisindical y que se celebraría un segundo seminario web sobre esta cuestión en febrero.
El Secretario General de la FSESP, Jan Willem Goudriaan, agradeció a Esther su contribución e instó a los afiliados a que colaboraran con sus confederaciones en la campaña para conseguir los cambios necesarios en la directiva. Subrayó que para avanzar en este ámbito, como en otras áreas de los derechos sindicales, se requiere un esfuerzo decidido por parte del movimiento sindical.