Después de más de dos meses de protestas y huelgas, lxs trabajadorxs francesxs todavía esperan una respuesta positiva del gobierno sobre el tema de la reforma de las pensiones. Pero el presidente Macron todavía se resiste a hacer concesiones.
Cuanta razón tenía Gil Scott-Heron cuando escribió su poema “La revolución no será televisada” (1970). Los “chalecos amarillos” han estado protestando y marchando cada viernes, ininterrumpidamente, desde octubre de 2018, en todas las ciudades más importantes de Francia, pero vamos a encontrar poco o nada al respecto en los principales medios de comunicación masiva, sobre todo las escenas de brutalidad policial en contra de manifestantes pacíficos.
Casi lo mismo sucede con la huelga contra la reforma de las pensiones, que ya lleva 50 días (desde el 5 de diciembre de 2019); alguna noticia aquí y allá – porque claro, ¿cómo los medios van a obviar completamente las cancelaciones de trenes durante las fiestas de fin de año? – pero casi nada sobre las razones de la misma y el impacto que tendrá en la vida de millones de ciudadanxs en caso de ser aprobada.
la huelga contra la reforma de las pensiones ya lleva 50 días
Empezó con el paro del transporte público, especialmente trenes, y con el correr de los días también se han ido sumando los trabajadores de la educación, los bomberos, los puertos, los trabajadores de los servicios de salud, los abogados, los músicos de la Orquesta Sinfónica de Paris y los bailarines de la Opera de París, y hasta los granjeros últimamente!
La reforma de las pensiones de Macron
62
es la edad actual de jubilación
64
es la nueva edad de jubilación propuesta
42
diferentes planes de pensiones que se sustituirán por uno solo
La controvertida reforma propuesta por el gobierno de Macron pretende – entre otras cosas – elevar la edad de jubilación a 64 años (hoy en día es de 62) y restructurar el sistema con la abolición de los 42 regímenes de pensiones actuales (con reglas específicas según el sector o la empresa), y su remplazo por un sistema único, por puntos, que puede conllevar pérdidas significativas para algunas profesiones.
Luego de los casi dos meses de protestas, el presidente se resiste a hacer concesiones, a pesar de que sólo unos días después del inicio de la huelga, el lunes 16 de diciembre, ésta se cobró su primera y más importante víctima: Jean-Paul Delevoye, alto comisionado para las Pensiones. Delevoye fue la persona que concibió la reforma, pero tuvo que renunciar a raíz de un posible conflicto de intereses. Ha sido remplazado por Laurent Pietraszewski, diputado y exdirector de recursos humanos en los hipermercados Auchan, un coloso de la industria minorista que forma parte de la multinacional Grupo Auchan.
La huelga tampoco es gratuita para lxs trabajadorxs; muchxs de ellxs han dejado de percibir sus salarios y han tenido que pasar el periodo de las fiestas de fin de año de manera muy austera. Pero como dice Karim, conductor de tranvía en Paris, “preferimos sacrificar un salario que nuestras pensiones y las de nuestros hijos y las de los hijos de todos los franceses”. “Tenemos que decidir qué sociedad queremos […] O seguimos teniendo una sociedad solidaria, o pasamos a una sociedad puramente individualista donde cada uno debe cuidarse por sí mismo”, reflexiona Patrick. Ambos fueron entrevistados por EL PAIS, unos de los pocos medios internacionales que ha publicado al respecto.
Desde la ISP todo nuestro apoyo a lxs huelguistas en Francia. Son el orgullo y ejemplo para trabajadorxs de todo el mundo. Solidarity forever!