El informe de este año de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía pone el foco en la situación de las personas inmigrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla, en las vulneraciones de derechos humanos que se están produciendo en Marruecos, en el reciente intento de legalización de las “devoluciones en caliente” por parte del Gobierno español y en las políticas migratorias y de control de fronteras europeas.
En menos de un año, más de tres mil personas murieron en el mar Mediterráneo y en la Union Europea (UE) y se incrementaron en un 24% las solicitudes de asilo entre los primeros semestres de 2013 y 2014.
El lenguaje político en los medios de comunicación utiliza atajos que finalmente suprimen la realidad. Así es como se insiste en los peligros que corren los inmigrantes arrojándose a un mar peligroso en embarcaciones improvisadas.
Así se esconde la realidad. Primero porque se hace referencia a las migraciones como si fueran una decisión individual, como si no se existiera coacción.
Luego, porque se confunden las causas y las consecuencias, como si no fuera la decisión política la que explicaría la asunción de esos riesgos.
El estupendo trabajo desarrollado por la APDHA pone las cosas en su sitio: si el Mediterráneo, como dice la APDHA, se convirtió en una “enorme fosa común”, es porque las políticas desarrolladas por la UE y por los Estados miembros intentan cerrar herméticamente las fronteras de un espacio considerado por los inmigrantes como su única esperanza de supervivencia.
Consulta aquí el balance migratorio de 2014