Un nuevo informe de la Confederación Sindical Internacional (CSI) en el que se examinan los efectos de la financiación de la protección social concluye que la fiscalidad progresiva produce los máximos rendimientos.
Basándose en un estudio anterior de la CSI, La inversión en protección social y su impacto en el crecimiento económico: Opciones de financiación fiscal, el nuevo estudio expone los beneficios económicos de la protección social examinando las diferentes opciones de financiación que los estados tienen a su disposición para reforzar y ampliar sus sistemas de protección social.
El estudio simula los efectos que diferentes escenarios de financiación fiscal de la protección social tienen sobre la renta de los hogares, el empleo y el PIB global. Los análisis se llevaron a cabo en Bangladesh, Colombia, Costa Rica, Georgia, Ghana, India, Ruanda y Serbia.
El informe concluye que la financiación de la protección social a través de formas progresivas de tributación –como impuestos progresivos sobre la renta, impuestos de sociedades progresivos e impuestos progresivos sobre el capital– genera resultados sociales y económicos positivos, desmontando el mito de que estas formas de tributación constituyen un lastre para el empleo y el crecimiento.
El aumento de la fiscalidad progresiva:
- genera tasas positivas de crecimiento del PIB;
- incrementa los niveles de empleo a lo largo del tiempo; y
- tiene un mayor impacto positivo en los hogares más desfavorecidos, reduciendo la desigualdad global de la renta.
Por otra parte, la financiación a través de impuestos regresivos –como los impuestos sobre el consumo y las ventas– podría incluso contrarrestar los cambios positivos generados por las transferencias de protección social. Este resultado se observó en todos los países estudiados.
Las formas regresivas de impuestos
- generan impactos negativos dramáticos en el PIB de todos los países;
- reducen el empleo a lo largo del tiempo; y
- provocan una subida adicional de los precios, reduciendo la renta real de todos los hogares.
La secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, declaró: “Este estudio ofrece pruebas para un aumento justo del gasto interno en protección social. Los niveles actuales de gasto siguen siendo muy bajos y dejan sin cobertura a más de la mitad de la población mundial.
“Ahora más que nunca, se necesitan sistemas de protección social adecuados e integrales. La crisis climática, junto con las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 y las repercusiones mundiales de la invasión rusa de Ucrania, obligan a ampliar urgentemente la cobertura de la protección social.
“La protección social fomenta la resiliencia y dota a los países de las herramientas necesarias para responder a las crisis y lograr transiciones justas.
“Los gobiernos disponen de diversos medios para empezar a ampliar la cobertura de la protección social. Este informe defiende claramente que aquellos que pueden permitirse pagar más, deberían pagar más, y que los gobiernos deberían abandonar las formas regresivas de tributación”.