«El respaldo unánime por parte de los Estados miembros de las Naciones Unidas otorga a la comunidad internacional el ímpetu que necesita para colaborar a fin de abordar los enormes desafíos que enfrenta la humanidad y nuestro planeta, sobre todo los relacionados con el mundo del trabajo”, declaró el Director General de la OIT, Guy Ryder.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebró la nueva agenda de desarrollo sostenible acordada este domingo por los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas como un progreso importante para el mundo del trabajo.
La agenda de desarrollo sostenible hacia 2030 – que comprende 17 objetivos de desarrollo sostenibles y 169 indicadores – será adoptada formalmente por los Jefes de Estado y los gobiernos del mundo que se reunirán en una cumbre especial de las Naciones Unidas del 25 al 27 de septiembre 2015.
El programa “Transformar nuestro mundo: Agenda 2030 para el desarrollo sostenible ” substituirá la Agenda de Desarrollo del Milenio a partir del año próximo. El concepto del trabajo decente para todos está presente en esta agenda con un objetivo específico “promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.
Además se establecieron metas para el empleo juvenil, el trabajo infantil y el trabajo forzoso, el desarrollo de las competencias, la emancipación de las mujeres, así como el incremento de la productividad y del empleo productivo.
La agenda de desarrollo sostenible hacia 2030 reafirma también la necesidad de respetar, proteger y promover las libertades fundamentales para todos, y reconoce la importancia de la protección social así como la contribución positiva de los trabajadores migrantes al crecimiento inclusivo y al desarrollo sostenible.
“A lo largo de los últimos años, la OIT ha trabajado arduamente con los gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores, las organizaciones multilaterales y la sociedad civil para colocar el Trabajo Decente al centro del crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible”, declaró el Director General de la OIT, Guy Ryder.
“El hecho de que este tema sea una parte integral de la nueva agenda universal para el desarrollo sostenible es un noticia excelente. El respaldo unánime por parte de los Estados miembros de las Naciones Unidas otorga a la comunidad internacional el ímpetu que necesita para colaborar a fin de abordar los enormes desafíos que enfrenta la humanidad y nuestro planeta, sobre todo los relacionados con el mundo del trabajo.”
“La OIT está lista para colaborar con sus mandantes y en asociación con todos los actores del desarrollo, de manera que podamos alcanzar estos objetivos ambiciosos que son tan decisivos para el progreso de la justicia social”, agregó.
Según el estudio de la OIT, Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, alrededor de 201 millones de personas estaban desempleadas en 2014, lo cual representa un incremento de 30 millones de personas desde el comienzo de la crisis económica y financiera en 2008. Los jóvenes están desproporcionadamente afectados, con alrededor de 74 millones de jóvenes (entre 15 y 24 años) sin empleo en el último año.
La agenda se propone alcanzar para 2030 el empleo pleno y productivo y un trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluyendo a los jóvenes y las personas con discapacidad, y la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor. En particular se propone, en un período de cinco años, reducir considerablemente la proporción de jóvenes desempleados que no siguen educación o formación alguna a través del desarrollo e implementación de una estrategia global de promoción del empleo juvenil.
Entre sus metas para promover el crecimiento inclusivo y el trabajo decente se encuentra el apoyo al emprendimiento, creatividad e innovación, así como el incentivo a la formalización y crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
También defiende la protección de los derechos en el trabajo y las condiciones de trabajo seguras para todos los trabajadores, incluyendo a los trabajadores migrantes, en particular las trabajadoras migrantes y las personas que tienen un empleo precario.
Insta a adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a la esclavitud moderna y a la trata de seres humanos. Actualmente, 21 millones de personas están en trabajo forzoso.
Los Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometerán además a garantizar la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil y a poner fin al trabajo infantil en todas sus formas para 2025. La OIT estima que 169 millones de niños son víctimas del trabajo infantil.