Los Gobiernos asistentes a la Cumbre del Clima en París están poniendo en peligro el futuro de una acción climática si se elimina del mandato para la acción en las conclusiones de la Cumbre un compromiso claro hacia los derechos humanos y una “transición justa” hacia un futuro bajo en carbono.
El Gobierno noruego ha indignado a sindicatos, grupos ecologistas y otras organizaciones de la sociedad civil, al proponer que se elimine el compromiso al respeto de los derechos humanos y a colaborar con los trabajadores y sus comunidades en la lucha para mantener el incremento de la temperatura mundial por debajo de 2ºC. Se piensa que otros Gobiernos secundarán la propuesta noruega, lo que podría reducir el compromiso a una referencia hueca en el preámbulo de las conclusiones de la Cumbre.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, dijo sobre la Cumbre que “Independientemente de los progresos que se consigan respecto a los otros temas que se están debatiendo en París, la acción climática fracasará si los Gobiernos piensan que las soluciones pueden sencillamente imponerse sobre la población sin la plena implicación de los trabajadores y sus comunidades, en un esfuerzo común en aras de la transformación industrial y para dar forma a un futuro en que los derechos humanos y de los trabajadores sean respetados. Los sindicatos en todo el mundo están dispuestos a comprometerse. Están ya haciéndolo en sus lugares de trabajo y en las industrias, y necesitamos que los Gobiernos sitúen esto en el centro de sus acciones, en vez de limitarse a una vaga referencia que supondrá que las personas queden fuera de la ecuación operativa. Habrá algunos en el mundo empresarial que estarán contentos de que las personas, incluyendo su propia mano de obra, queden al margen, pero también hay muchas empresas que comprenden que deben colaborar, no dictar”.
La CSI exhorta a los Co-presidentes de la Cumbre, el peruano Manuel Pulgar Vidal y el francés Laurent Fabius, a asegurarse de que se frene el intento de eliminar el citado compromiso.
“El resultado de esta Cumbre debe ser relevante para el mundo real, para la gente real, y no limitarse a satisfacer la mentalidad burocrática de negociadores gubernamentales que parecen estar totalmente desconectados con lo que ya está ocurriendo y lo que es necesario hacer en las fábricas, las granjas, las oficinas y otros lugares de trabajo en el planeta. La acción climática debe efectuarse con la población, no en su contra”, afirmó la Sra. Burrow.