En la jornada final del Congreso de la CES en París, la Asamblea debatió el tercer y último pilar del plan de acción, titulado “La lucha contra el dumping social”. En este marco, la USO ha advertido del riesgo de debilitamiento de los sistemas públicos de pensiones y ha expresado claramente su desacuerdo con la promoción de planes de pensiones privados de empleo que en España se abonan en concepto de salario diferido. Al término de un largo debate sobre las enmiendas de este tercer pilar, el plan de acción fue aprobado por la mayoría de los delegados.
El Congreso eligió al nuevo secretariado de la CES para el próximo mandato, de 2015 a 2019. La composición del nuevo equipo al mando del movimiento sindical europeo refleja su diversidad al intentar asegurar una representación equilibrada, tanto desde el punto de vista geográfico como de género, junto con la integración de la visión de los jóvenes. La USO ha apoyado la candidatura del nuevo secretario general, Luca Visentini, anteriormente secretario confederal y procedente de la UIL de Italia, que sucede a Bernadette Ségol, quien fuera la primera mujer a la cabeza del movimiento sindical europeo.
Peter Scherrer, procedente de la DGB de Alemania, es secretario general adjunto junto con Veronica Nilsson de Suecia, también ella secretaria confederal de la CES desde hace cuatro años. Los nuevos secretarios confederales son: Lina Carr de EAKL de Estonia, Montserrat Mir de CCOO de España, Esther Lynch de ICTU de Irlanda y Thiébaut Weber de la CFDT francesa. Rudy De Leuuw, de la FGTB belga, es el nuevo presidente.
La asamblea debatió además las grandes líneas del documento sobre el papel de la Confederación Europea de Sindicatos durante su próximo mandato. Algunos cambios radicales son necesarios para que la CES se fortalezca y sea capaz de seguir defendiendo y mejorando los derechos los trabajadores a pesar del ritmo acelerado de los cambios en el mercado laboral y de la grave crisis actual. Los medios sociales, la movilidad de los trabajadores, la digitalización y “uberización” de la economía, los nuevos contratos atípicos de “cero horas” y el trabajo precario, la creciente pobreza y desigualdad, y también los ataques cada vez más feroces en contra del derecho de huelga, son tantos desafíos que debemos acometer juntos codo a codo.
Los jóvenes deben desempeñar un papel más importante, tanto en el movimiento sindical europeo como en nuestras organizaciones nacionales y, para ello, es imprescindible restaurar el orgullo de ser sindicalista y de pertenecer a la organización de trabajadores más importante del continente europeo. El fortalecimiento de los lazos de solidaridad y de la cooperación entre las afiliadas nacionales, tanto como entre ésas y el sindicato europeo, y con las federaciones profesionales europeas, es fundamental.
El Congreso acabó adoptando por unanimidad el documento sobre el rol de la CES para el futuro.
En su intervención de investidura, Luca Visentini, el nuevo secretario general electo de la CES, ha demostrado su plena conciencia de los retos que debemos enfrentar pero ha hecho alarde de confianza y optimismo respecto al futuro. También ha recalcado la necesidad de luchar, no sólo por los derechos de los trabajadores europeos, sino también por la mejora de las condiciones de los trabajadores del resto del mundo, porque el principio de universalidad de los derechos laborales y sociales es clave.