La Comisión Europea ha propuesto la creación de un nuevo instrumento para unificar todas las políticas exteriores de la Union Europea. Conocida como NDICI, la propuesta original de este instrumento carecía de muchos elementos centrales para el movimiento obrero. El Parlamento Europeo aprobó recientemente una revisión de la propuesta de la Comisión, que aborda la mayoría de estas deficiencias.
En junio de 2018, la Comisión Europea (CE) presentó una serie de propuestas para el próximo presupuesto de siete años de la Unión Europea (UE): el Marco Financiero Plurianual 2021-2027. Con respecto a la acción externa de la UE, la CE propuso crear un nuevo instrumento denominado Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (NDICI, por sus siglas en inglés). Este nuevo instrumento representa un cambio radical en la configuración financiera de la UE, ya que combina la mayoría de los instrumentos existentes para la acción exterior. En la práctica, esto significa fusionar áreas cruciales e intereses del trabajo de la UE, como el desarrollo, la cooperación internacional, las políticas de vecindad y los instrumentos de financiación mixta.
La Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Confederación Sindical Europea (CES) han seguido conjuntamente este proceso y han promovido los mensajes clave del movimiento laboral para garantizar que se respeten los valores y principios de la UE, así como su compromiso con una cooperación de desarrollo ambiciosa política.
Después de meses de negociaciones, el 27 de marzo de 2019, el Parlamento Europeo adoptó su resolución legislativa sobre el NDICI. Para los sindicatos, esta resolución representa un importante paso adelante en términos de objetivos, prioridades y gobernanza.
Conseguir los objetivos
Los sindicatos apoyan una arquitectura simplificada de los instrumentos de financiación externa de la UE, siempre que respete claramente los objetivos de las políticas subyacentes de la UE y mejore la responsabilidad, la eficiencia y la coherencia. En este sentido, la propuesta de la Comisión de NDICI parecía estar muy centrada en la urgencia de la UE para salvaguardar sus propios intereses, tanto geográficamente (centrándose en la vecindad de la UE y África) como temáticamente (destacando la seguridad y la migración).
Sin embargo, el Parlamento ha reorientado la discusión en su resolución refiriéndose explícitamente a la erradicación de la pobreza y la promoción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como objetivos clave de la NDICI. Además, el Parlamento también ha elevado el nivel de ambición en términos de porcentajes clave: el objetivo de la Ayuda Oficial al Desarrollo se ha incrementado del 92% al 95, y al menos el 85% de él «deberá incluir la igualdad de género como objetivo principal u significativo ». Igualmente importante, el Parlamento también ha aumentado del 25% al 30% los fondos del NDICI centrados en los objetivos climáticos. Finalmente, el Parlamento ha hecho referencia explícita a adherir el marco general de NDICI al Acuerdo de París.
Reorientar prioridades (y presupuesto)
Si bien la propuesta de la CE da una clara prioridad a los enfoques geográficos (76% de la asignación presupuestaria) sobre los temáticos (8% de la asignación presupuestaria), el Parlamento propone una distribución más equilibrada entre las dos, así como un mayor énfasis en su complementariedad. En opinión de los sindicatos, el aumento de la asignación para los programas temáticos es crucial para abordar adecuadamente los desafíos globales y transnacionales, incluidos aquellos relacionados con la reducción del espacio para las organizaciones de la sociedad civil (OSC). La disminución correspondiente del «colchón de prioridades y desafíos emergentes» y las acciones de respuesta rápida también son bienvenidas, así como la inclusión del «alcance de los programas geográficos y temáticos» en el cuerpo de la propuesta NDICI.
Una gobernanza más fuerte
Debido a su alcance y complejidad, el logro de los objetivos del NDICI depende de mecanismos de gobernabilidad sólidos. En este sentido, la revisión del Parlamento Europeo de los procesos de programación, ejecución, seguimiento y evaluación va en la dirección correcta. Equilibra mejor la flexibilidad y la responsabilidad, fortaleciendo el derecho de control del Parlamento Europeo y mejorando un diálogo político inclusivo con las OSC, desde la programación hasta la evaluación de proyectos. Finalmente, proporciona información más precisa sobre los indicadores de desempeño, al afirmar que la «Comisión pondrá a disposición información sobre cooperación para el desarrollo a través de estándares internacionales reconocidos, incluyendo los de la Organización Internacional del Trabajo» (enmienda 291).
Exigir la responsabilidad empresarial
En la resolución, el Parlamento Europeo también incluye mecanismos de responsabilidad más fuertes en el Fondo Europeo para el Desarrollo Sostenible Plus (EFSD +) y la Garantía de Acción Exterior. El movimiento laboral recibe positivamente esta propuesta del Parlamento, especialmente porque incluye una referencia específica para cumplir con las normas internacionales del trabajo, las normas fiscales y ambientales, y los instrumentos que garantizan una conducta empresarial responsable, así como la mejora de la gobernanza de dichos instrumentos.
Los sindicatos están a favor de reglas claras para asegurar la alineación del sector privado con los ODS y el Programa de Trabajo Decente. En este sentido, la CSI y la CES aplauden especialmente la inclusión del Parlamento de enmiendas tales como «Promover la creación de empleos decentes en cumplimiento de las normas pertinentes de la OIT entre las áreas prioritarias de EFSD+» (enmiendas 234 y 526 ), y «el pleno respeto de las normas internacionales de derechos humanos, así como las directrices, principios y convenios acordados internacionalmente, incluidos los (…) Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales (…) convenciones y estándares de la Organización Internacional del Trabajo» (enmienda 253).
Más Agenda del Trabajo Decente
El Parlamento ha ampliado la referencia a la Agenda del Trabajo Decente en las áreas de cooperación de los programas geográficos y temáticos. De hecho, los componentes clave del trabajo decente ahora están explícitos en el texto, como la plena aplicación de las normas laborales de la OIT, el diálogo social, los salarios dignos para todos, la lucha contra el trabajo infantil, los sistemas de protección social sostenibles y las reformas fiscales. La resolución también hace referencias explícitas a la promoción de los derechos laborales, económicos, sociales y políticos de las mujeres, y al fomento del acceso de los jóvenes a cualificaciones, trabajo decente a través de la educación, la formación profesional y técnica.
El reconocimiento de los sindicatos como partes interesadas relacionadas con los derechos humanos (enmienda 434) también es muy importante, como condición para el apoyo de los interlocutores sociales en el diálogo sobre políticas de desarrollo. Coherentemente, el apoyo para el desarrollo de capacidades y el fortalecimiento institucional de las OSC ahora se incluye en el programa temático del NDICI sobre OSC, para que estas se involucren de manera efectiva en los procesos de desarrollo.
Derechos humanos primero (incluyendo a los migrantes)
En comparación con la propuesta de la Comisión Europea, la resolución del Parlamento Europeo incorpora mejor los derechos humanos como principios fundadores del NDICI. Por ejemplo, el Parlamento solicita que se lleven a cabo «evaluaciones de impacto ex ante de los derechos humanos, de género, sociales y laborales» antes de la adopción de planes de acción NDICI (enmienda 211). Además, el Parlamento aumenta la asignación presupuestaria para el Programa de Derechos Humanos y Democracia y prevé la posibilidad de suspender la asistencia a un país determinado en casos de violaciones persistentes de los derechos humanos, contra la democracia y el estado de derecho.
Este enfoque se aplica también a las políticas migratorias, donde la «dignidad» se convierte en una palabra clave y el «derecho de toda persona a abandonar su país de origen» se reconoce como un derecho humano (enmienda 126). Coherentemente, no solo la «cooperación en esta área debe cumplir con el derecho internacional y de la Unión y con las obligaciones de derechos humanos», sino que además la asignación de la ayuda para el desarrollo a terceros países no puede estar condicionada a la cooperación en la gestión de la migración. Además, el acceso a empleos decentes aparece ahora como una medida para apoyar la inclusión de personas desplazadas por la fuerza en la vida económica y social de los países de acogida.
Conclusiones
La resolución del Parlamento proporciona un aporte importante a la elaboración de la futura política europea de cooperación para el desarrollo. Los sindicatos esperan que esta resolución inspire las actuales negociaciones en el Consejo de la Unión Europea. De hecho, los ODS establecen un alto nivel de ambición para los países tanto dentro como fuera de la UE. Por eso necesitamos políticas de cooperación al desarrollo ambiciosas. Ahora le toca al Consejo mantener el listón alto y enfrentar el desafío de no dejar a nadie atrás.
Original publicado en: https://www.ituc-csi.org/IMG/html/tudcn_newsletter_april_2019_es.html