El 29 de noviembre se celebró el Día Internacional de Solidaridad con Palestina, una llamada de atención para recordar que el pueblo palestino no ha obtenido aún los derechos reconocidos por la ONU
En 1977 fue elegida por la Asamblea General de las Naciones Unidas la fecha del día 29 de noviembre para conmemorar el Día Internacional de Solidaridad con Palestina, con el Pueblo Palestino. La celebración de este año 2020, a la que USO se suma, se realiza bajo el lema oficial de “Derechos no cumplidos, promesas incumplidas”.
En este día, la ONU hace una llamada de atención sobre el hecho de que la cuestión de Palestina aún no se ha resuelto y que los palestinos aún no han obtenido los derechos inalienables reconocidos por la Asamblea General. Entre ellos, el derecho a la libre determinación sin injerencia externa; el derecho a la independencia y la soberanía nacionales; el derecho de los palestinos a regresar a sus hogares, de donde fueron desplazados, y a que se les restituyan sus bienes.
Situación del pueblo palestino
Naciones Unidas no indica directamente qué acciones hay que realizar, ni por quién, para cumplimentar esos derechos y promesas. Este día de solidaridad con Palestina sirve para hacer una reflexión sobre la situación en la que se encuentra el pueblo palestino, la implementación del derecho internacional, y el trabajo realizado y por realizar para la defensa de los derechos humanos en Palestina.
En este sentido, comprobamos que la colonización de tierras palestinas sigue creciendo; la expulsión de los palestinos de sus hogares, la represión y el encarcelamiento de niños, mujeres y hombres es una constante -aunque en los medios de comunicación languidecen las noticias-; los refugiados palestinos ven deteriorada su situación y crece su número; persiste el bloqueo -y van 14 años- en la región palestina de Gaza.
Por si fuera poco, el desplazamiento de colonos sionistas a territorio palestino sigue aumentando, alentados por la impunidad y la complicidad de muchos gobiernos.
En el caso concreto europeo, la Unión Europea no sólo mantiene acuerdos comerciales y de otro tipo, incluyendo compra y venta de armas, sino que facilita la ocupación y la represión, comerciando con los asentamientos ilegales de Cisjordania o facilitando que sus empresas se lucren con la ocupación.
Todos los años, en el seno de la Organización Internacional del Trabajo se presentan informes sobre la discriminación y carencias de los trabajadores palestinos y sirios en los territorios ocupados por Israel. Es decir, hay informes de diferentes agencias internacionales que describen periódicamente las consecuencias de la ocupación y la política supremacista del gobierno de Tel Aviv.
Al conmemorar esta fecha, en USO reclamamos que la fuerza impuesta no sea la que amolde las relaciones internacionales y el derecho internacional con respecto a Palestina. Desde nuestro sindicato denunciamos la desidia y complicidad de los gobiernos -estatal, autonómicos o locales-, y la ausencia de debida diligencia en algunas empresas que operan en la región, que miran claramente para otro lado cuando se trata de respetar principios y valores esenciales, como los derechos humanos y la legalidad internacional.
