Propuesta de abordar el comercio electrónico en la OMC podría socavar las normas del trabajo

La CSI ha advertido que las nuevas normas comerciales actualmente propuestas podrían imponer severas restricciones a la capacidad de los Gobiernos para regular en interés de los trabajadores y trabajadoras. Las propuestas, presentadas bajo el epígrafe “agenda sobre el comercio electrónico”, tendrán implicaciones de gran alcance para el futuro mundo del trabajo.

La pasada semana en Davos, durante el Foro Económico Mundial, varios Gobiernos, predominantemente de economías avanzadas, anunciaron su intención de iniciar negociaciones sobre comercio electrónico. Con el lanzamiento de estas negociaciones, se pretende consolidar el acceso a los mercados para las compañías digitales. Amazon, Alphabet (Google), Facebook y otras multinacionales que operan en línea serían las que más saldrían ganando.

Cuestiones relativas a la gobernanza de datos son un elemento central de la propuesta de expansión en la OMC. Garantizando un flujo incontrolado de datos a través de las fronteras, se establecen importantes limitaciones a la soberanía de los países al respecto y al espacio de que disponen los Gobiernos para hacer frente a posibles abusos. Los cambios propuestos introducirían directamente disciplinas sobre la regulación pública e impedirían que los Gobiernos puedan exigir a las compañías la apertura de oficinas locales y el mantenimiento de servidores físicos en su territorio. Sin una presencia local de las compañías, no habría ninguna entidad a la que demandar, dificultando de manera fundamental la capacidad de los tribunales nacionales para garantizar la aplicación de las normas del trabajo, así como el respeto de otros derechos.

“Las cuestiones que se están debatiendo no se limitan a detalles prácticos respecto al comercio, se trata de temas relacionados con los derechos de los trabajadores/as, la gobernanza de los datos y aspectos sobre privacidad. El sesgo de los algoritmos, la vigilancia en lugares de trabajo, las listas negras electrónicas, son problemas reales y los trabajadores necesitan que sus Gobiernos los protejan al respecto. No podemos permitir un futuro donde la capacidad de los trabajadores de exigir responsabilidades a los gigantes de la economía digital se vea limitada por acuerdos comerciales. Nuestros Gobiernos han de tener plenos poderes para regular.

“Hemos visto cómo los Uber y Amazon de este mundo explotan las lagunas legales existentes para deteriorar las condiciones de trabajo. En lugar de facilitar este tipo de comportamiento irresponsable, los Gobiernos deberían redoblar esfuerzos para solventar dichas lagunas. La única respuesta es un nuevo contrato social con una garantía laboral universal”, afirmó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

La CSI ha advertido que hasta que no se encuentren soluciones a los problemas existentes, los Gobiernos no deben limitar su ámbito de acción. La OMC tiene la reputación de centrarse de manera excesivamente limitada en los operadores económicos del comercio, dejando de lado otras preocupaciones más amplias, incluyendo las normas del trabajo. Teniendo esto en cuenta, la OMC no sería el foro adecuado donde negociar normas vinculantes sobre estos temas.

“La cuestión es: ¿Cuál es nuestra visión para el futuro? Los avances digitales y tecnológicos han tenido ya enormes repercusiones en nuestras vidas, pero todavía queda mucho por llegar. ¿Queremos que ese futuro esté determinado por los intereses de las personas, o por los intereses del lucro y las grandes empresas?”, concluye la Sr. Burrow.

Pueden encontrar información de fondo sobre la perspectiva sindical respecto al comercio electrónico (en inglés) aquí.

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