Una iniciativa de la OIT intensiva en mano de obra dirigida a desarrollar sistemas de recolección de agua y de riego por goteo desempeña un papel determinante en la creación de empleos decentes en el norte de Jordania.
En Jordania, uno de los países más pobres en agua de todo el planeta, puede ser difícil regar adecuadamente los cultivos. Sin duda es un desafío para Younes Shdeifat, un agricultor de la desfavorecida gobernación de Mafraq en el norte del país.
Pero gracias a una iniciativa de desarrollo intensiva en mano de obra de la OIT que lo ayudó a construir un sistema de recolección de agua de lluvia, simple mas eficaz, pronto podrá comenzar a cultivar almendros en un pequeño terreno que permaneció baldío durante años debido a la escasez de agua en la región, clasificada como árida y semiárida.
Shdeifat dijo que no habría podido comenzar a cultivar la tierra sin el respaldo del proyecto de la OIT, un programa de inversiones intensivas en empleo (PIIE) dirigido a mejorar la infraestructura local, sobre todo para los agricultores más pobres y vulnerables.
“Durante mucho tiempo busqué ayuda para mejorar la infraestructura de mi finca”, declaró Younes Shdeifat. “No puedo plantar árboles sin disponer de una fuente de agua. En vez de desaprovechar el agua de lluvia todos los años, quiero utilizarla para el riego. El mejor modo de hacerlo es a través de técnicas tradicionales de captación de agua como los recolectores de agua.”
En el marco de la iniciativa PIIE, implementada en colaboración con el Ministerio de Agricultura y diversos socios locales, Shdeifat además construyó terrazas en su terreno para limitar la erosión del suelo.
Crear empleos locales
Younes Shdeifat no es el único que se ha beneficiado de este proyecto. La comunidad local aloja a un gran número de refugiados que escapan de la crisis en la vecina Siria, ejerciendo aún más presión sobre el mercado de trabajo y los servicios públicos locales. Trabajadores de la comunidad fueron contratados para construir los recolectores de agua y las terrazas lo cual permitió crear empleos y por lo tanto aliviar la presión provocada por la crisis de los refugiados sobre la comunidad de acogida local.
“Los agricultores seleccionados por el programa tienen pequeñas parcelas de terreno que necesitaban recolectores de agua de lluvia para almacenarla para la temporada de sequía”, explicó Awni Shdeifat, jefe de la dirección de agricultura de Mafraq. “Esto ayudará a los agricultores a optimizar sus cosechas destinadas a la venta y así incrementar sus ingresos. Pero también permite crear empleos inmediatos para los miembros de la comunidad local.”
Estos esfuerzos son parte de la respuesta más amplia de la OIT a la crisis de los refugiados sirios en el norte de Jordania. La OIT decidió trabajar con los agricultores en la recolección de agua basándose en las conclusiones de una estrategia de desarrollo económico local para Mafraq, elaborada por la OIT y el comité de desarrollo económico de Mafaq, integrado por funcionarios del Gobierno y representantes de los empleadores y de los trabajadores así como por académicos y miembros de la sociedad civil. La estrategia identificó la agricultura como una medio eficaz de generación de ingresos que necesita de mayores inversiones.
“Constatamos que si bien esta zona depende mucho de la agricultura, padece de un incremento del desempleo y la pobreza, debido en parte a la falta de inversiones suficientes. Es por este motivo que invertimos en este sector vital”, declaró Maha Kattaa quien coordina la respuesta de la OIT a la crisis de los refugiados sirios en Jordania.
Estimular la producción local
La OIT y sus socios concentran además sus esfuerzos en optimizar la producción agrícola a través del uso de invernaderos y ofreciendo formación técnica sobre los métodos de la gestión de los invernaderos, como la irrigación por goteo.
“El flujo de refugiados ha significado un aumento en el consumo de agua, de manera que tenemos que encontrar la métodos para utilizar el agua de manera más eficiente”, señaló Saif Alqrem, ingeniero de la División de desarrollo agrícola del este de Mafraq, quien trabaja en estrecha colaboración con la OIT para ofrecer a los agricultores oportunidades de trabajo y de formación en los invernaderos. “Decidimos concentrarnos en los invernaderos porque consumen menos agua que el cultivo en campos abiertos. Escogimos la irrigación por goteo entre otras formas de riego porque es también otra forma de ahorrar agua y energía.”
Los productos obtenidos serán procesados y comercializados a nivel local, a fin de contribuir a generar ingresos para las familias que trabajan en los invernaderos.
La OIT espera extender estos proyectos piloto a otras regiones que han sido muy afectadas por el flujo de los refugiados.
“Estas iniciativas producen una serie de resultados. La creación de oportunidades de empleo es uno de los más importantes, pero también lo es el fortalecimiento de la cohesión social en las regiones sobre las cuales ha recaído el mayor peso de la crisis de los refugiados sirios”, agregó Maha Kattaa. “Los socios locales reconocen la importancia de estos resultados y apoyan la ampliación de estos esfuerzos.”
La OIT analiza además los principales sectores económicos a fin de buscar medidas prácticas para integrar a los refugiados sirios en el mercado laboral, de manera de cubrir la escasez de mano de obra, beneficiar a las comunidades locales que reciben a los refugiados y contribuir a la productividad y la economía nacional en general.
