En el Día Mundial de lxs Informantxs, la ISP destaca cómo, ahora más que nunca, es esencial que se aliente a lxs trabajadorxs a denunciar posibles irregularidades o problemas de salud y seguridad y que la dirección y las autoridades actúen rápidamente en relación con esas preocupaciones.
En los últimos meses hemos estado enfrentando circunstancias extraordinarias debido a la pandemia de Covid-19. En el confinamiento, la humanidad descubrió que la vida no es tan fácil sin lxs trabajadorxs que alguna vez ignoró. El trabajo está cambiando a un ritmo sin precedentes hacia un entorno virtual; y mientras muchos sectores económicos luchan por sobrevivir, los gobiernos están bajo constante presión para aliviar las consecuencias de la crisis y salvar vidas.
Lxs informantes son fundamentales para hacer frente a la mala gestión del sector de la salud, para disuadir y prevenir las irregularidades y para reforzar la rendición de cuentas y la transparencia.
En este contexto pandémico – o nueva normalidad – la corrupción plantea un enorme riesgo y puede ser un problema importante para lxs que se ocupan del Covid-19. La escasez de personal, equipo de protección personal, medicamentos y otros equipos ha añadido presión para conseguirlos rápidamente y a (casi) cualquier precio, aumentando la competencia, distorsionando los precios y provocando la relajación y simplificación de las normas de adquisición, lo que ha dado lugar a varios casos de fraude.
Se han notificado diversas formas de corrupción durante esta emergencia. Por ejemplo, ha habido casos de conflictos de intereses, como el trato preferencial en la prestación de servicios para amigxs o familiares, el acceso prioritario a servicios médicos como pruebas y equipo, o excepciones para quienes eluden las normas de cuarentena. Esas prácticas encarecen la atención de la salud y disminuyen su calidad; dan lugar a un acceso desigual a los servicios de salud, especialmente por parte de lxs más vulnerables, y también socavan la confianza de lxs pacientes en el sistema. Al mismo tiempo, se ha silenciado y despedido a quienes denunciaron las malas prácticas o las terribles condiciones de trabajo de lxs trabajadorxs de la salud.
Ahora más que nunca, los gobiernos deben hacer todo lo posible para mantener y aumentar las medidas destinadas a prevenir la corrupción y cualquier otro comportamiento inescrupuloso. Ahora más que nunca, es esencial que se aliente a lxs trabajadorxs a compartir sobre posibles irregularidades o preocupaciones en materia de salud y seguridad y que la dirección y las autoridades respondan o actúen rápidamente en relación con esas preocupaciones.
En este contexto, lxs informantes son la fuente de información valiosa que ni el gobierno ni el público pueden obtener de los sistemas de supervisión. Lxs informantes son fundamentales para hacer frente a la mala gestión del sector de la salud, para disuadir y prevenir las irregularidades y para reforzar la rendición de cuentas y la transparencia. Su protección en los sistemas judiciales debe garantizarse para mantener la independencia de lxs legisladorxs cuando se les presiona.
Proteger a lxs informantxs en estos momentos críticos es esencial para recuperar la confianza en el gobierno.