La muerte de 11 trabajadores en el incendio de un campamento de trabajo de Qatar el pasado 1 de junio es otro ejemplo más del absoluto desprecio que muestra el Gobierno por los trabajadores migrantes empleados en el enorme programa de infraestructura diseñado para la Copa del Mundo de 2022.
Otros 12 trabajadores resultaron heridos en el incendio que se produjo en un campamento donde se alojan los trabajadores empleados en las obras del complejo turístico de Salwa, que incluye un Hotel Hilton de 362 habitaciones.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha declarado: “Una vez más, varias familias de trabajadores migrantes han perdido a sus seres queridos como consecuencia de las pésimas condiciones en las que se encuentran los trabajadores en Qatar. Casi 1,4 millones de trabajadores viven en estos campamentos, la mayoría de ellos en unas condiciones miserables, peligrosas y de hacinamiento. Placas de cocción e instalaciones eléctricas defectuosas o bombonas de butano almacenadas en lugares inadecuados, son algunos de los riesgos a los que tienen que enfrentarse a diario las personas que se ven obligadas a vivir en estos campamentos, además de un entorno de trabajo a menudo peligroso e insalubre. Las empresas de construcción y las grandes firmas internacionales como Hilton no pueden eludir sus responsabilidades respecto a los trabajadores que se encuentran atrapados en Qatar, privados de sus derechos. Las empresas están embolsándose unos beneficios enormes a costa de este sistema de esclavitud moderna, y además se han perdido 11 vidas más simplemente porque Qatar se niega a modernizar sus leyes”.
En el marco de su candidatura para la Copa del Mundo de 2022, Qatar prometió construir 40.000 habitaciones de hotel adicionales. El país brilla por sus deficientes medidas de protección contra incendios, y es habitual que en los incendios se produzcan víctimas mortales. En 2012, 13 niños y 6 adultos fallecieron en el incendio que se produjo en el centro comercial Villaggio Mall de Doha. Y en 2015 un juez exoneró a cinco personas que ya habían sido declaradas responsables de la tragedia del Villaggio y condenadas a diversas penas de cárcel.
