Cada 28 de abril recordamos a lxs trabajadorxs que han fallecido en el trabajo y nos dedicamos a luchar arduamente por lxs vivxs. La pandemia de la Covid-19 ha puesto aún más de relieve la importancia crítica de la seguridad en el trabajo para la salud física y mental de lxs trabajadorxs.
El número de muertes de trabajadorxs de la salud a causa de la pandemia es de al menos 17.000. Esto significa que más de un trabajadxr de la salud muere cada 30 minutos. Lxs trabajadorxs de todos los demás sectores también se han visto afectadxs en diferente medida.
Cada 12 segundos se produce una muerte relacionada con el trabajo en algún lugar del mundo
Millones de trabajadorxs siguen muriendo debido a la falta de seguridad en el lugar de trabajo. Cada 12 segundos se produce una muerte relacionada con el trabajo en algún lugar del mundo. Muchxs más sufren enfermedades crónicas o agudas. El estrés y el agotamiento también contribuyen significativamente a socavar la salud mental de lxs trabajadorxs sobrecargadxs de tareas y a menudo mal pagadxs.
Hay que poner fin a esta preocupante situación. A pesar de la inclusión formal de la seguridad y la salud en el trabajo como aspecto central del concepto de trabajo decente, todavía no es parte de los derechos fundamentales en el trabajo (FRAW) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El reconocimiento por parte de la OIT de la seguridad en el trabajo como un FRAW clave llevaría a su inclusión, junto con la libertad de asociación, el derecho a la negociación colectiva y los convenios contra el trabajo infantil y el trabajo forzoso, como componentes de los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo (FPRW). Al recordar a lxs fallecidxs, lucharemos por conseguir este reconocimiento hoy, y hasta la victoria.