Más de cuarenta bomberos de catorce países se reunieron en Estocolmo los días 20 y 21 de junio para la reunión de la red de bomberos 2023 de la FSESP. La reunión tuvo lugar en medio de unas semanas muy ajetreadas para la red de bomberos de la FSESP, con una próxima pregunta oral en el Parlamento y los últimos momentos de las negociaciones entre el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo sobre la legislación relativa al amianto, en las que la FSESP ha presionado para que se incluya la descontaminación obligatoria, más fondos para formación y capacitación y un conjunto de registros nacionales de amianto en edificios totalmente accesibles. Esto es esencial para que los bomberos estén preparados cuando intervengan en un edificio, pero también para hacer un seguimiento de su exposición al amianto.
La reunión fue inaugurada por Barbo Andersson, vicepresidente de Kommunal, que dio la bienvenida a los participantes en la reunión organizada por el sindicato municipal sueco kommunal. Peter Arneval, jefe de bomberos de Estocolmo, habló de los retos a los que se enfrentan los servicios de bomberos y del próximo aumento de la protección civil. Asimismo, el asesor jurídico de kommunal, Olov Östensson, hizo una presentación sobre el reciente acuerdo relativo al tiempo de guardia y disponibilidad de los bomberos, para cumplir la directiva sobre el tiempo de trabajo.
También se hizo una presentación de un próximo informe sobre las demandas de personal y las condiciones de trabajo. También Raffaele Cozzolino (FP CGIL) informó de la audiencia en el Parlamento Europeo y de su trabajo para introducir la descontaminación en Italia, inspirado en el proyecto «Decon» de la FBU (Reino Unido).
Los temas debatidos y planteados fueron la necesidad de más protección para los bomberos, la descontaminación obligatoria, la necesidad de que la UE y otras organizaciones internacionales reconozcan la profesión como cancerígena y también el riesgo de muchas sustancias tóxicas en el humo y el fuego (pfas, mutágenos, amianto…). La red instó a la UE a transponer a la legislación comunitaria la clasificación de la IARC – OMS, que declara la profesión como cancerígena. Las pensiones y el envejecimiento de la mano de obra, así como la necesidad de una mano de obra más diversa, fueron otros de los temas debatidos. También se abordó el uso indebido de los bomberos voluntarios para socavar los servicios públicos y el cumplimiento de la normativa sobre el tiempo de trabajo. Por último, pero no por ello menos importante, todos estuvieron de acuerdo en que se necesitan más bomberos profesionales para adaptarse y mitigar el cambio climático, y en que se necesita más material, pero es primordial aumentar la plantilla.
El segundo día tuvo lugar una visita sobre el terreno al parque de bomberos de Kungsholmen, donde se hizo una presentación del procedimiento local de descontaminación y se produjo un intercambio muy interesante con los bomberos locales y los miembros de los sindicatos.