La CSI ha manifestado su solidaridad con su afiliada en Turquía, la central sindical KESK, que tiene previsto organizar una marcha de 450 km en la que participarán sus líderes junto a trabajadores y trabajadoras despedidos como consecuencia de la purga del Gobierno tras el fallido golpe de Estado.
Miles de trabajadores fueron despedidos y numerosos periodistas detenidos durante dicha purga. La marcha que dará comienzo mañana, entre Estambul y Ankara, ha sido convocada por KESK bajo el lema “Quiero mi trabajo y mi pan”.
El 14 de octubre, la CSI y la CES, junto con sus cuatro afiliadas turcas –DISK, Hak-Is, KESK y Türk-Is– haría pública una declaración conjunta reiterando su condena por el intento golpista y expresando su preocupación por la ola de despidos masivos de trabajadores, particularmente funcionarios públicos, por parte del Gobierno turco, en la mayoría de los casos sin justificación alguna y sin respetar el marco legal.