El taller realizado por la Internacional de Servicios Públicos (ISP) en el marco del proyecto Kommunal contó con la exposición de Viviana García, Magister en Epidemiología, Gestión y Política de Salud, directora del IFICI de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA-CTA), experta en violencia y acoso en el mundo del trabajo ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y con la participación de cerca de 80 dirigentes y dirigentas de la salud de El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Brasil, Chile y Paraguay.
La violencia y el acoso en el mundo del trabajo son prácticas inaceptables que incrementan las desiguales relaciones de poder dentro del ámbito laboral.
De hecho, de acuerdo a un informe realizado por la Internacional de Servicios Públicos (ISP), con el apoyo de Kommunal, “Violencia y acoso en el mundo del trabajo, con perspectiva de géneros, en el marco del Covid”, que recogió testimonios de 1.828 trabajadoras y trabajadores públicos del sector salud en los países de Chile, Perú, Brasil, Colombia y El Salvador, a fines del año 2020, el 78,8% de los encuestados refiere haber vivido alguna situación de violencia o acoso en el contexto de la pandemia. Las personas más afectadas son las mujeres, las y los jóvenes (menores de 39 años), quienes poseen menores niveles educacionales formales, tienen pluriempleo y menor jerarquía en sus organizaciones.
Según la investigación, el acoso psicológico es el indicador que muestra mayor frecuencia: un 78,8% de las personas encuestadas refiere haber vivido alguna situación de este tipo en el trabajo, siendo Brasil (84,6%) y Perú, con un 84%, los países con mayor índice. En cuanto a las razones que dieron por haber sufrido acoso, las de mayor prevalencia fueron las ideológicas y/o políticas (54%), de clase o contrato (51%). En tanto, casi un tercio de las y los trabajadores refiere haber vivido alguna situación de acoso sexual, principalmente por parte de pacientes.
Dado este preocupante escenario, la Internacional de Servicios Públicos (ISP) realizó este mes el Encuentro Regional “Violencia y Acoso en el sector Salud: herramientas para su erradicación”, que buscó empoderar a los dirigentes y dirigentas de la región mediante la comprensión de los aspectos centrales relacionados con la violencia de género en el sector salud; sensibilizar a lxs participantes sobre las oportunidades que tiene para el movimiento sindical la ratificación del Convenio 190 y su recomendación 206 de la OIT, para lograr espacios libres de violencia y, por último, promover herramientas que propicien la erradicación de la violencia y el acoso de los espacios laborales.
Durante el taller, la secretaria subregional de la ISP para los países del Cono Sur, Nayareth Quevedo destacó que “la adopción del Convenio 190 y su recomendación 206 de la OIT constituye un hito en la búsqueda de promover un mundo del trabajo libre de violencia y acoso, incluida la violencia y acoso por razones de género. Este convenio es parte de un proceso iniciado en las últimas décadas cuyas proyecciones se han dado con distintos grados de avance tanto en el plano nacional, como en el internacional”.
“El Convenio 190 pone en cuestión el modo de ejercicio de la violencia, incluyendo aquellas que se originan por razones de género. La violencia y el acoso en el mundo del trabajo constituyen una herramienta más de la dominación que se ejerce sobre los trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto, limitarla, prevenirla y sancionarla forma parte de la lucha por generar mayores condiciones de igualdad en todos los ámbitos, incluyendo la discriminación por género”, añadió.
Al respecto, Jocelio Drummond, secretario regional de la ISP para Interamérica recalcó que “si hay un sector que se ve afectado profundamente por la violencia y el acoso es el sector Salud. Cuando no están las condiciones necesarias para atender a los pacientes, quienes recibe el impacto de la violencia son precisamente los trabajadores y trabajadoras de la salud”.
“¿Cuándo lograremos un mundo del trabajo libre de asedio, libre de presión, libre de violencia y de qué manera el Convenio 190 puede aportar a lograrlo? La respuesta no es fácil. Pero algunos países ya están caminando en esa dirección”, agregó Drummond.
Los sindicatos: ejes transformadores
“La violencia y el acoso afectan derechos humanos fundamentales”, afirmó durante su exposición Viviana García, experta en violencia de género, Magister en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud.
“¿Por qué es fundamental que los sindicatos construyan herramientas en base al Convenio 190 y su recomendación 206 de la OIT? Porque define claramente qué es la violencia y el acoso en el mundo del trabajo y cuáles son nuestros derechos si tenemos superiores jerárquicos, compañeros o terceros que atentan contra nuestra dignidad e integridad, a través de violencia o acoso psicológico o sexual. También nos permite conocer si somos víctimas o testigos de una situación de estas características y nos insta a ejercer nuestro derecho a denunciar a quienes hacen uso abusivo de su poder”, aseveró la experta.
El Convenio 190 señala también que la erradicación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo compromete a empleadores y a Estado, desde los distintos lugares de las relaciones del juego de poder, en el ámbito del mundo del trabajo, destacó Viviana García. “Y, nos dice, que el rol de los trabajadores es una condición excluyente, por lo tanto hay que empezar a trabajar desde nuestros sindicatos, empezar a vernos como ejes transformadores”, añadió.
“Nuestro objetivo es empoderarnos, entendiendo la palabra ‘poder’ de forma diferente a la que se entiende en el patriarcado, que es la sumisión de unos sobre otros. Entendemos ‘empoderarnos’ como el poder de construir fuerzas para llevar a cabo transformaciones”, destaca la experta. Podemos forzar a los empleadores a cumplir la legislación internacional y nacional, desde la masa crítica que vamos construyendo, como sindicato, en defensa de los derechos de los trabajadores”, puntualizó.