El teletrabajo en solitario puede suponer una serie de ventajas que, en definitiva, serán las mismas que para el resto de teletrabajadores pero experimentadas con mayor intensidad.
- Desaparecen las “distracciones” provocadas por la interacción personal.
- Al haber menos distracciones aumentan los niveles de concentración y el tiempo de dedicación.
- Se produce una mayor capacidad de rendimiento. Las horas trabajadas cunden más, es decir son más productivas. Se diseña el propio ritmo de trabajo buscando los momentos de mayor rendimiento.
- Flexibilidad organizativa. Se dispone del horario más satisfactorio con plena autonomía de organización del trabajo.
- Mayor motivación y satisfacción por el trabajo.
Al mismo tiempo, también, encontramos un grupo de inconvenientes, en este caso específicos del teletrabajo en solitario.
- El aislamiento prolongado puede crear dificultades en los contactos sociales y provocar una menor vinculación emocional con la empresa y los compañeros.
- Debido a la falta de ayuda inmediata se incrementa la percepción de inseguridad ante posibles accidentes o enfermedades.
- Mayor nivel de consecuencias de los accidentes o enfermedades sufridos por el trabajador debido al incremento de tiempo en la asistencia. En casos como que el trabajador sufra un infarto de miocardio, una parada cardiorrespiratoria, un ictus, etc. pueden impedir la solicitud del socorro necesario.
- La falta de ayuda proveniente de otras personas provoca fatiga física, intelectual y psicológica.
- El aburrimiento y la monotonía producen un descenso en el estado de alerta y la vigilancia.
- Dificultad para crear un sentimiento de pertenencia hacia la empresa. Trato más impersonal y frío.
- Alteración de la percepción del tiempo. Se incrementa el riesgo de establecer una nula separación entre horas de trabajo y horas de ocio. La no interrupción física de otra persona (por ejemplo para ir a comer) incrementa la concentración pero altera el distanciamiento psicológico imprescindible entre espacio laboral y espacio personal.
- Estar solo favorece, en mayor medida, descuidar la apariencia personal, lo que va acompañado de desorden en los espacios y no realización de ejercicio físico (para que… si no me ve nadie).
Fuente: Prevención Asepeyo