En un acto celebrado en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, la Federación de Atención a la Ciudadanía-USO (FAC-USO) ha dado un nuevo impulso a su campaña nacional “STOP Agresiones”, dirigido al personal de los servicios públicos sanitarios. A
l evento acudieron destacados representantes del sindicato, entre ellos Domingo Castillo, Secretario General de USO Andalucía; Ana Avilés, Secretaria de Prevención y Salud Laboral de FAC-USO; y Enrique Jiménez, Secretario General de FAC-USO en Andalucía, junto a compañeros y compañeras del ámbito sanitario y sindical.
La violencia hacia los empleados públicos, y muy especialmente hacia el personal sanitario, se ha convertido en un problema estructural en los centros asistenciales.
La campaña STOP Agresiones pretende visibilizar tanto las agresiones externas como los factores organizativos que las favorecen, y promover una cultura de prevención, denuncia y responsabilidad institucional.
En anteriores presentaciones en Santander y Cataluña, FAC-USO ya puso de manifiesto la urgencia de abordar este fenómeno desde la coordinación entre sindicatos, administración y gestión hospitalaria.
El acto se desarrolló en el hospital sevillano con una amplia representación sindical y laboral. Las intervenciones destacaron por insistir en varios puntos clave:
- La necesidad de que la plantilla de personal sanitario —incluyendo turnos de noche y fin de semana— tenga acceso a la información y los recursos para identificar, prevenir y denunciar agresiones.
- La entrega de materiales de la campaña (folletos informativos, cartelería, merchandising con códigos QR) para difundir en los diferentes servicios.
- El compromiso de FAC-USO Andalucía de hacer seguimiento de los incidentes y exigir la adopción de protocolos operativos específicos en los hospitales.
- La insistencia en que la denuncia individual debe complementarse con una reflexión colectiva: medidas formativas, ajustes en la organización del trabajo, y políticas institucionales de tolerancia cero frente a la violencia.
En particular, Domingo Castillo destacó que “no podemos permitir que nuestros compañeros y compañeras trabajen bajo la amenaza constante de agresiones; exigir la prevención es exigir dignidad laboral”.
Ana Avilés insistió en que “la prevención requiere que cada centro sanitario sea consciente de su responsabilidad: no sólo la vigilancia, sino la formación, el apoyo y la cultura preventiva”.
Enrique Jiménez subrayó la dimensión territorial: “En Andalucía reforzamos la campaña porque sabemos que el reto aquí es gigantesco: personal sobrecargado, turnos complejos, y muchas veces la agresión es la punta del iceberg de un problema organizativo mayor”.
Retos específicos en el ámbito sanitario andaluz
Andalucía presenta características que hacen especialmente necesaria una campaña como esta:
- Elevadas cargas de trabajo, precariedad de recursos y presión asistencial que aumentan la vulnerabilidad del personal frente a agresiones.
- Servicios de urgencias, atención primaria y turnos nocturnos que registran un mayor número de incidentes de agresión frente a otras áreas.
- La dispersión geográfica de centros de salud, hospitales comarcales y unidades rurales, que complica la estandarización de protocolos de actuación.
- La necesidad de implicación institucional (consejerías, gerencias hospitalarias, recursos humanos) para implementar medidas estructurales: refuerzo de vigilancia, formación obligatoria, sistemas de reporte y análisis de incidentes, acompañamiento a víctimas.
Objetivos y próximos pasos de la campaña
La campaña STOP Agresiones en Andalucía pretende:
- Difundir los materiales de sensibilización y facilitar que todos los centros públicos sanitarios adhieran la campaña.
- Formar al personal en la identificación precoz de situaciones de riesgo, en las respuestas a agresiones y en el procedimiento de denuncia.
- Exigir a las administraciones autonómicas y a las gerencias hospitalarias que adopten protocolos claros, registro de agresiones y seguimiento estadístico.
- Visibilizar el problema, generando datos, testimonios y presión mediática para que la violencia contra los empleados públicos deje de ser invisible.
- Evaluar el impacto de la campaña mediante indicadores (número de centros participantes, incidencias registradas, percepción del personal) y extender la acción a otros ámbitos públicos en la comunidad autónoma.
Como siguientes hitos, FAC-USO Andalucía anunciará un calendario de jornadas formativas en hospitales y centros de salud de la región, una línea de atención y asesoramiento para personas que hayan sufrido agresiones, y la puesta en marcha de un sistema de recogida de datos propios que permita medir la evolución del problema.
Llamamiento final
FAC-USO hace un llamamiento tanto a los trabajadores y trabajadoras del sistema sanitario como a las administraciones para que se sumen activamente a la campaña.
La prevención de agresiones no es un asunto externo a la actividad sanitaria: afecta directamente a la calidad de la atención, a la salud laboral de las personas que atienden, y en última instancia, al propio derecho de la ciudadanía a un servicio público digno y seguro.
“Porque el respeto al trabajador público es una condición esencial para el respeto al ciudadano”, concluyeron los portavoces del acto, trasladando un mensaje firme: no más agresiones, sí a la prevención, sí al respeto laboral.