La fatiga pandémica es el peligroso relajo de las medidas de protección frente al coronavirus covid-19 por el paso del tiempo y otras circunstancias que nos van afectando
La fatiga pandémica ha comenzado a hacer mella entre le población, que “comienza a relajarse” con las medidas de protección frente al coronavirus covid-19. No es una conducta consciente o intencionada. La fatiga pandémica se define como la desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas. Aparece de forma gradual con el tiempo y está afectada por diversas emociones, experiencias y percepciones, así como por el contexto social, cultural, estructural y legislativo.
En USO queremos advertir sobre la necesidad de seguir alerta y cumplir con todos los protocolos de seguridad e higiene para mantener a raya los contagios. Estos se han disparado en las últimas semanas, hasta el punto de que no dejamos de leer que estamos “en la tercera ola”.
Recordamos las medidas de protección establecidas por el Ministerio de Sanidad y que hay que seguir cumpliendo en el ámbito privado y laboral.
Medidas de prevención contra el covid en el ámbito laboral y de las empresas
Podrían establecerse cuatro posibles estrategias clave en las empresas. Se harán a través de las personas responsables de la comunicación y de la prevención del contagio, con el fin de mantener y revitalizar el apoyo de las personas trabajadoras en las conductas de protección.
- Entender a las personas, sus motivaciones y barreras. Identificar a las personas más reticentes en protegerse.
- Potenciar la participación, consultando la eficacia de las medidas adoptadas para poder modificarlas o cambiarlas ágilmente.
- Enfocar la comunicación al beneficio propio y común de seguir las medidas establecidas, tanto en la empresa como fuera de ella, para diferenciar las actividades con mayor riesgo de contagio.
- Reconocer las emociones de las personas que provocan la desmotivación para poder prestarles apoyo psicológico.
Luchar contra el aumento de contagios por covid, una labor de todas las personas trabajadoras
Para entender a las personas, pueden realizarse visitas en los puestos de trabajo o mantener conversaciones cara a cara, on-line o telefónicamente para identificar específicamente las motivaciones y barreras. De igual forma, pueden recabarse los puntos de vista más generales de los grupos de riesgo implicados, estableciendo indicadores que evalúen de manera periódica el nivel de fatiga de la plantilla.
Puede potenciarse la participación creando espacios de diálogo en los que estén representados todos los actores involucrados, nombrándolos por turno, departamento, área de producción o fábrica.
El acceso a la información es esencial, pero no garantiza por sí misma la adopción de comportamientos preventivos. Existen otros factores que influyen en la adopción de los comportamientos deseados y deben tenerse en cuenta para determinar las estrategias comunicativas más adecuadas en la prevención de la Covid-19:
- La comprensión de las informaciones relativas a la pandemia.
- Confianza en las instituciones que marcan las medidas.
- La propia percepción del riesgo.
Contra la fatiga pandémica, información rigurosa y bidireccional
La transparencia, la escucha a la plantilla, la planificación y la proactividad deben ser herramientas para anticiparse a los rumores y evitar que circule información errónea de otras fuentes no oficiales. Estas actitudes pueden ser claves para disminuir la fatiga pandémica. Para ello, la información ha de ser transparente, veraz, rigurosa, comprensible y accesible. Además, la escucha de las inquietudes y necesidades informativas de la plantilla refuerzan la confianza en la gestión empresarial de la crisis.
Para reducir los efectos de la fatiga pandémica debe evitarse:
- repetir informaciones erróneas.
- sobresaturar.
- polarizar actitudes.
- señalar los comportamientos no deseables como frecuentes.
- inducir a un miedo desmedido.
Debe recordarse que, para que esta comunicación sea efectiva, los canales deben ser bidireccionales. Los mensajes ofrecidos deben recibir retroalimentación, resultar adecuados y aceptables, y estar construidos desde el diálogo. Tienen que identificarse y segmentarse los grupos destinatarios para adaptar el contenido.
¿Cómo seguir luchando contra el covid de forma individual?
La fatiga pandémica afecta a todos los ámbitos. El primero es el privado. Es necesario mantener la tensión individual en las medidas de prevención más básicas. Para enfatizar el beneficio propio y común, han de reforzarse las seis medidas preventivas más importantes, las “6 M”:
- Metros de distancia.
- Mascarilla.
- Manos.
- Más ventilación y espacios al aire libre.
- Minimizar número de contactos.
- Me quedo en casa si tengo síntomas, soy contacto o tengo un diagnóstico.
La capacidad de actuar mejorará si los mensajes permiten comprender qué hay que hacer, en qué circunstancias hay que hacerlo, cómo y por qué es importante hacerlo. Para conseguir esto, pueden insertarse los comportamientos deseados en rutinas existentes por medio de ejemplos concretos, diferenciando entre actividades de alto riesgo y bajo riesgo.
La positividad: un arma para luchar contra la fatiga pandémica de las medidas covid
La fatiga pandémica que relaja el cumplimiento de las medidas contra el covid también se combate con positividad. Debe prevenirse el riesgo de generar tensiones y de estigmatización. Así, optaremos por mensajes inclusivos, positivos y de aliento, en lugar de promover la denuncia de comportamientos no deseados, apelando a la empatía y las emociones: “hazlo conmigo”, “échanos una mano” .
Por último, debe evitarse propagar un miedo injustificado, siempre sin subestimar el riesgo. Aunque un miedo funcional pueda favorecer la adopción de los comportamientos deseados, un miedo descontrolado puede ser nocivo. Es preferible priorizar las soluciones que las personas pueden aplicar, con el fin de desarrollar su sentimiento de competencia y de control frente a los riesgos.
Desde USO, os animamos a que no os relajéis en las medidas de protección estipuladas. La incidencia acumulada en 14 días es ahora mismo de más del doble del riesgo extremo (250), con un aumento constante. Por la rápida transmisión del virus, los hospitales están comenzando a sufrir saturación, sobre todo en la UCI. Normalizar la convivencia con el virus es una reacción natural, pero no podemos permitírnosla. La tensión en la lucha contra la pandemia debe continuar.