Salud o Bienestar Emocional es un concepto que resuena cada vez con más fuerza en el entorno laboral. La importancia de gestionar bien nuestras emociones dentro de una organización se refleja en datos estadísticos que indican que la ansiedad y la depresión son una de las principales causas de baja laboral en el mundo, que más de 59 % de los profesionales en España sufre algún tipo de estrés en el trabajo ( dato del INE ) o como indica la Fundación Europea de Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo , 1 de cada 5 empleados en Europa sufre el Síndrome de desgaste y agotamiento de Burnout.
El estrés, la baja motivación, la falta de liderazgo y de comunicación así como las malas condiciones laborales y la deshumanización en el entorno laboral son factores que dificultan las relaciones personales en el trabajo provocando un clima de tensión poco favorable para la salud de los trabajadores.
El bienestar emocional se entiende como el estado de ánimo en el que predominan emociones positivas y bien gestionadas. Somos personas y sentimos emociones, emociones que afloran como consecuencia de nuestras relaciones interpersonales, de situaciones vividas y de nuestro propio estado de ánimo.
Son muchas las horas diarias que compartimos con nuestros compañeros y compañeras de trabajo y en las que estamos sometidos a la presión de conseguir unos objetivos y de llevar a cabo una tarea bien realizada. Inevitablemente se producen roces, tensiones, situaciones de alerta que nos pueden desestabilizar y que nos lleven a actuar de forma desajustada. Sentimos miedo, ira, tristeza, angustia pero también alegría, gratitud y felicidad; lo importante es saber manejarlas para contribuir a crear un clima saludable y positivo. Es lo que llamamos inteligencia emocional.
Es importante desarrollar habilidades que nos ayuden ante una situación a dar nombre a esas emociones, a percibirlas sin convertirlas en un estado permanente y a dejarlas salir sin reacciones desproporcionadas o desajustadas, valorando la situación y reconduciendo la emoción inicial en conducta o comunicación positiva. De esta forma evitaremos conflictos, malas actitudes, desaires,…Cada individuo puede aportar algo positivo en su entorno laboral, generando un ambiente limpio y saludable. El buen trato, la empatía y la asertividad genera confianza y proximidad a través de la comunicación. Hablarnos de forma positiva y respetuosa creará un clima de seguridad y de afectividad positiva que nos llevará a un mayor bienestar emocional.
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo los principales componentes del Bienestar Emocional son:
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el optimismo y la actitud positiva,
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la autoestima,
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la capacidad para afrontar la adversidad,
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la habilidad para afrontar el estrés y otras emociones y
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la capacidad para construir relaciones positivas y satisfactorias.
¿Cómo podemos aumentar nuestro bienestar emocional en el trabajo?
Varias son las pautas que debemos seguir para mejorar nuestra Salud Emocional en el trabajo. Entre las más importantes están:
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Gestionar adecuadamente nuestras tareas mediante una planificación adecuada que nos evite el estrés en el trabajo ( es fundamental pararnos al comienzo de nuestra jornada y organizar nuestra tarea para ese día ).
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Mantener relaciones positivas con los compañeros y compañeras, desarrollando nuestra capacidad de escucha y empatía, intentando percibir los sentimientos y perspectivas ajenos.
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Mantener hábitos saludables en nuestra vida diaria: cuidar el cuerpo y mantenerse en forma, dormir suficientes horas, una alimentación sana y hacer ejercicio diario.
Desde el área de Salud Laboral de la FAC-USO trabajamos para que desde los departamentos de Recursos Humanos de los diferentes sectores de las Administraciones Públicas y Entes de Servicio Público adopten medidas que promuevan el desarrollo de hábitos y capacidades saludables que mejoren el bienestar de las empleadas y empleados públicos, que ofrezcan formación suficiente en mindfulness, gestión del estrés e inteligencia emocional en el trabajo y sin olvidarnos de la importancia de ofrecer más oportunidades de promoción laboral y mejoras en las condiciones de trabajo que aumente la motivación y el bienestar integral de los trabajadores.