De acuerdo con los datos de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) y de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de mama es tanto a nivel mundial como nacional el de mayor incidencia en mujeres en edad laboral. En base a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la supervivencia al cáncer de mama es superior al 90 % en los países con mayor renta per cápita, lo que nos permite estimar, afortunadamente, que en España haya una alta probabilidad de que mujeres que hayan sido diagnosticadas de cáncer de mama en edad laboral lo superen y puedan retornar al trabajo.
La necesidad de abordar el retorno al trabajo tras la enfermedad está recogida en el texto de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, que incluye como línea de actuación prioritaria dentro de su cuarto objetivo las actuaciones dirigidas a facilitar la empleabilidad y el retorno de las personas al trabajo, con especial atención a las personas con enfermedades que han superado un cáncer. Esta línea de actuación señala dos acciones:
- la elaboración de guías que trasladen la evidencia científica a la práctica y
- la reincorporación paulatina o parcial a la actividad profesional.
Así, el presente estudio se enmarca en esa línea de actuación y es el resultado de la colaboración entre la Universidad de Zaragoza, la Unidad de Patología Mamaria del Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. El trabajo se ha centrado en identificar, desde un enfoque biopsicosocial, tanto los factores facilitadores como las barreras que intervienen en el proceso de retorno al trabajo de trabajadoras que han sido diagnosticadas de cáncer de mama.
Las metodologías empleadas han sido: el análisis de la evidencia científica existente y el estudio cualitativo a través de “grupos focales”, de los factores que pueden intervenir bien como facilitadores o bien como barreras por parte de los distintos grupos de interés: trabajadoras diagnosticadas de cáncer de mama, profesionales del ámbito sanitario y personas responsables de empresas. Esta combinación de las dos metodologías ha proporcionado un conocimiento en profundidad de las necesidades de la trabajadora que recibe tratamiento oncológico a nivel de salud física, estado emocional y situación sociolaboral. Y se han identificado las necesidades no cubiertas y las formas en las que se están dando respuesta en un contexto internacional y en la realidad de nuestro tejido económico.
Como resultados, se presentan unas conclusiones y recomendaciones que pueden contribuir a facilitar el retorno al trabajo y, por lo tanto, mejorar la calidad de vida de estas trabajadoras que han sido diagnosticadas de cáncer de mama y retornan a su trabajo.