La siniestralidad laboral sigue creciendo. Los accidentes laborales con baja han aumentado un 9,2% en el periodo de enero a mayo de este año. Concretamente, se han registrado 226.445 accidentes de trabajo con baja, siendo en el sector Servicios donde se han producido la mayor parte de ellos (52%). La gravedad de éstos, también se ha incrementado en relación al año pasado.
Con respecto a 2015, se observa un aumento del 9,2% en el total de accidentes con baja. De ellos, los producidos en jornada registraron un ascenso del 9,3%, mientras que los accidentes in itinere aumentaron un 8,7%. Los accidentes sin baja notificados aumentaron un 5,9%.
De enero a mayo, se han producido 246 accidentes de trabajo mortales (186 en jornada de trabajo y 60 in itinere), 6 accidentes más que en el mismo periodo de 2015.
Estas cifras hacen más que cuestionable el sistema preventivo de nuestro país. La prevención de riesgos se ha convertido en un negocio más; muchas empresas sólo buscan en el servicio de prevención que contratan que sea el más barato, importando poco la calidad que ofrecen, y así la calidad del servicio se ha ido deteriorando.
Año tras año vemos que los accidentes y muertes por accidentes laborales aumentan y también los trabajadores que fallecen a causa de enfermedades profesionales. La precariedad e inestabilidad laboral son peligrosas circunstancias que están contribuyendo a este incremento de la siniestralidad en el trabajo, porque el miedo a perder el empleo lleva a los trabajadores a acudir enfermos a su puesto de trabajo.
El aumento de los despidos colectivos tras la Reforma Laboral ha supuesto un empeoramiento de las condiciones laborales, el aumento de la carga de trabajo y ha facilitado que las jornadas se alarguen y se reduzcan los tiempos de descanso, con el riesgo que conllevan estas modificaciones para la salud de los trabajadores.
Desde el sindicato USO consideramos que el incremento de los índices de siniestralidad debe servir de estímulo para incrementar el gasto en prevención por parte de la Administración, reforzando a la Inspección de Trabajo para obligar a las empresas a evitar los riesgos laborales y a protegernos a los trabajadores y trabajadoras de esta sangría que tantas vidas se está llevando por delante y tanto sufrimiento y enfermedad está causando.