En 2017 y 2018 se han producido numerosas acusaciones contra hombres poderosos y acosadores por haber hostigado y agredido a mujeres en el ámbito laboral, en sectores industriales tan dispares como el cinematográfico, en Hollywood, y el político, periodístico o tecnológico. Ello ha puesto de manifiesto la frecuencia de los casos de acoso sexual, así como sus efectos adversos para la trayectoria profesional y la vida de la mujer. Por otro lado, ha permitido demostrar que los hombres que perpetran esas acciones ya no son impunes. Docenas de ellos han sido despedidos o destituidos en su trabajo.
El debate suscitado ha revelado asimismo que los casos de acoso sexual denunciados en el ámbito laboral son únicamente una pequeña parte de todos los que se producen. También ha alentado a millones de mujeres a dar a conocer su experiencia a través de Internet. Sin embargo, existen muchos otros casos de acoso que afectan tanto a mujeres como a hombres, como se pone de manifiesto en la historia principal que presentamos sobre Madagascar.
El acoso sexual provoca ansiedad, perjuicios y sufrimiento, y en situaciones extremas es causa de asesinatos o suicidios. La violencia y el acoso ocasionan asimismo pérdidas de miles de millones de dólares a las empresas como consecuencia del absentismo, los costos de reemplazo de personal y la reducción del nivel de productividad. Si bien la violencia y el acoso se abordan en varias normas recientes de la OIT, en ninguna de ellas se definen fehacientemente, ni se proporcionan directrices pertinentes para facilitar su prevención.
A raíz de ello, la OIT ha puesto en marcha un proceso destinado al establecimiento de normas que permitan abordar los casos de “violencia y acoso contra mujeres y hombres en el ámbito laboral”. En la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de este año se celebrará un primer debate sobre el establecimiento de nuevas normas que contribuyan a erradicar la violencia en el trabajo. Una vez que los miembros de la OIT, en particular gobiernos, empleadores y trabajadores, hayan alcanzado un consenso sobre las deficiencias existentes y la forma de subsanarlas, se celebrará un segundo debate en una CIT que tenga lugar ulteriormente, probablemente en junio de 2019, con miras a aprobar los instrumentos que se hayan acordado.
En las tres historias y en la entrevista que se incluyen en esta revista se abordan diversos aspectos de la violencia en el trabajo y se analizan posibles alternativas para erradicarla.
Por otro lado, en la historia relativa a Madagascar se examinan varias formas de trabajo infantil peligroso, el tema escogido este año para el Día mundial contra el trabajo infantil que se celebrará el 12 de junio.
En la revista también se proporciona información sobre la conmemoración del Centenario de la OIT, que tendrá lugar en 2019, y la Iniciativa de la OIT sobre el Futuro del Trabajo, sobre la base de las actividades en curso y las medidas previstas.
Habida cuenta de que el diálogo social entre los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores es primordial para forjar un futuro laboral que redunde en beneficio de todos, en la CIT proseguirán los debates sobre diálogo social y tripartismo, a tenor de lo establecido en la Declaración de la OIT de 2008 sobre justicia social en aras de una mundialización equitativa. Por último, por medio de un caso práctico relativo a Bangladesh, se
pone de manifiesto un modo de “enseñar” a promover el diálogo para mejorar las relaciones laborales en el ámbito industrial.