En una nota de prensa publicada en el Diario de Sevilla, los medios de comunicación se hacen eco de la guerra entre sindicatos de justicia en Andalucía.
La Junta de Andalucía y los sindicatos reanudaron, el pasado jueves, la valoración de méritos para las Bolsas de Interinos de Justicia en Sevilla, pero la guerra campal sigue abierta: SPJ-USO acusó a las cuatro centrales mayoritarias de “casta”, de “estar pendientes solo de la baremación de sus afiliados” y de tener “poco interés” en un proceso limpio.
La valoración de méritos se paralizó la semana pasada ante las denuncias de SPJ-USO de que el proceso había quedado en manos de un solo sindicato (STAJ), algo negado por las demás centrales. La Junta reunió este jueves la Comisión Paritaria de Baremación mediante una convocatoria en la que afirmó que todo se estaba haciendo con “garantías y transparencia” y con un sistema de trabajo “ágil y eficaz”, necesario dado el gran número de expedientes que se tramitan en la provincia de Sevilla.
SPJ-USO asistió a la Comisión pero inmediatamente después emitió una dura circular en la que aseguró que CSIF, STAJ, UGT y CCOO “han pasado a ser parte de esa casta sindical que actúa en connivencia con la Administración”.
Según la nota, la “firme posición de SPJ-USO en defensa de un proceso limpio ha tenido como consecuencia que nuestras delegadas hayan padecido las malas formas del delegado de STAJ, quien viéndose cuestionado en su intento de monopolizar la baremación perdía la compostura enarbolando gritos y constantes faltas de respeto a nuestras delegadas”.
El resto de sindicatos, afirma SPJ-USO, muestran una actitud “absolutamente vergonzosa: vergüenza por tapar las malas formas de un delegado sindical y vergüenza por no respaldar a quienes lo único que piden es respeto”. Y añade: “vergüenza sindical por estar pendientes al 100 %, únicamente, de las baremaciones de sus afiliados y haciendo ojos ciegos a las del resto de interinos desde una actitud de total desinterés por el proceso”.
SPJ-USO reitera su denuncia de que la Junta había hecho “dejación de funciones” al permitir que un solo sindicato asumiera el monopolio de la baremación, y ante la “pasividad” del resto de organizaciones sindicales, que aceptaban relegar la corrección de errores a ulteriores reclamaciones de los solicitantes.
En esa guerra de comunicados, los cuatro sindicatos mayoritarios culparon a SPJ-USO de “ralentizar la Bolsa” y defendieron que lo único que se había hecho era “poner en valor” la experiencia de alguno de los miembros de la Comisión y su facilidad para el cálculo de los méritos baremables, que eran revisados por los restantes miembros.
SPJ-USO se quedó solo en su petición de que las reuniones se graben, pero la Junta «siendo consciente de que la denuncia de SPJ-USO tenía fundamento», acordó facilitar a los sindicatos el acceso al sistema SIRhUS de gestión de personal y que un responsable de la Administración «controle el buen desarrollo de las baremaciones» e «impida actitudes irrespetuosas».
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