A partir de enero de 2019 entra en vigor la Ley 23/2013, de 23 de diciembre, reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social.
Esta ley tiene una importante influencia para el cálculo de la primera pensión, que es la que marca, como sabemos, el importe de las sucesivas. Influye porque, a partir de enero de 2018, cuando entre en vigor, se tendrá un nuevo factor en cuenta para su cálculo: la esperanza de vida.
Un ejemplo: Si una persona se jubila con 65 años y la esperanza de vida en ese momento es de 80 años, se prevé que cobrará su pensión durante 15 años. En cambio, si otra persona se jubila con 65 años y la esperanza de vida en ese momento es de 85 años, se prevé que cobrará la pensión durante 20 años. Lo que se busca es que la “tarta total” de la pensión sea igual para todos, de manera que el primer jubilado cobraría más ya que se prevé que vivirá menos y cobrará un menor número de pensiones que el segundo jubilado, que tendrá que repartir su “tarta total” entre más meses de vida…
¿Qué hago ahora? Ahora mismo no es necesario que hagas nada, pues todavía falta bastante para enero de 2019. Pero bueno, si quieres ir haciéndote una idea de lo que te puede corresponder según te jubiles antes o después de esa fecha, puedes pedir una simulación al Ministerio de Hacienda y Función Pública para que te calculen la pensión que te correspondería para cada caso. Mucho nos tememos que la medida, teniendo en cuenta que la esperanza de vida va al alza de manera imparable, supondrá una reducción importante de la pensión a partir de enero de 2019, por lo que aquellos que no habéis hecho uso de la jubilación voluntaria pese a poder hacerlo o que hayáis pedido prorrogar el servicio activo pese a haber alcanzado la edad de jubilación forzosa, quizá os interese jubilaros antes del dicho “enero 2019”.
Desde SPJ-USO valoramos muy negativamente este «enésimo» recorte que se va a dar a nuestras futuras pensiones de jubilación, buscando una excusa nueva en este caso (la esperanza de vida). Por lo visto el gobierno pretende ahora «adivinar» cuánto nos queda por vivir a cada uno, tomando para ello una fría estadística. ¡¡¡Nuevas excusas de mal pagador!!!