El comité de empresa del Hospital Moisès Broggi, de Sant Joan Despí (Barcelona), del que USO forma parte, denunció la pasada semana el cierre de 68 camas este verano, pese a que el servicio de urgencias está en una situación de colapso permanente.
En el comunicado, el Comité de Empresa informa que ha denunciado internamente esta insostenible situación sin encontrar más allá que un asentimiento como respuesta.
Según denuncian, algunos usuarios han pasado hasta cinco o seis días en un pasillo de urgencias, esperando una cama, lo que hace que el ratio de pacientes en este servicio aumente hasta más de 30 pacientes por enfermera en algunas ocasiones.
Con estos indicadores, el Comité de Empresa advierte que no se puede asegurar una asistencia de calidad, poniendo continuamente en riesgo tanto la seguridad del paciente como la salud física o psíquica del personal que trabaja en el servicio.
Los pacientes que acuden a urgencias del Moisès Broggi son ubicados en los pasillos por la falta de espacio, donde, sin ninguna intimidad, se les explora, se les hacen pruebas, comen o duermen, se les cambia el pañal o hacen sus necesidades, siendo observados por los ojos de otros usuarios o bien por múltiples personas que están acompañando a sus familiares.
Los trabajadores critican que lo que en un primer momento fue un hecho puntual, que no puso en alerta a la dirección del centro, se ha convertido en una práctica de carácter habitual, normalizando así una situación inusual.
A esta situación se añade la fuga de personal, tanto de eventuales como de indefinidos, que se van a trabajar a otros centros porque se les ofrecen mejores condiciones laborales.