Ya el 16 de Abril el Ministerio de Sanidad ordenó a las comunidades autónomas la retirada de las mascarillas N95 del fabricante “Garry Galaxy”. Este modelo se etiquetaba como mascarillas de protección media, FFP2.
Para clasificar a los tipos de mascarillas se realiza un test de penetración de “material filtrante” frente a un aerosol de cloruro de sodio en estado de recepción, después de 3.5 minutos. Las mascarillas consideradas como FFP2 deben dar un nivel igual o inferior de filtrado del 6% pero las muestras analizadas dieron valores del 18%, 27% y 29%. El total de mascarillas distribuidas fue de 68.400 de las cuáles se repartieron 40.000 unidades, siendo afectadas las ocho provincias de la comunidad andaluza. De ese número tienen constancia de que se devolvieron 29.500 unidades cuando saltó la alarma, por lo que se usaron efectivamente 10.410 mascarillas defectuosas. En Anda lucía, la provincia más castigada fue Cádiz, con un total de 4.415 unidades repartidas, dónde se recibieron 2271 mascarillas en el Hospital Punta de Europa de Algeciras, siendo utilizadas 771; 1300 unidades en el Hospital de La Línea de la Concepción, lugar dónde no se llegaron a utilizar, casi medio millar en el Hospital de Jerez y 176 unidades en los centros de salud del Campo de Gibraltar, llegando a utilizarse 40 unidades.
El resto de las provincias también se vieron afectadas en menor medida. Así se repartieron 3.585 en Jaén, 754 en Córdoba, 568 en Huelva, 406 en Málaga, 281 en Sevilla, 200 en Granada y 201 en Almería.
Tras esta polémica, la Junta de Andalucía comenzó a autoabastecerse de material sanitario, adquiriendo sus propias mascarillas en las delegaciones provinciales. Fue así como sustituyó el lote de mascarillas defectuosas previas. Anteriormente se realizaba un muestreo aleatorio de material, pero después de esta incidencia se procede a realizar un control de todo el material, lo que ha llevado a que se detecten nuevas deficiencias. Esta verificación es realizada por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud, que el día 28 de Abril vuelve a dar una alerta sanitaria por dos modelos diferentes de mascarillas: el modelo Élite Respirator EB09.049 y KN95 Mask de PURGIVOR. Según esta institución, el modelo Élite que supuestamente está clasificada como mascarilla de alta protección FFP3, no cumple con los criterios de manera que dos de las muestras cumplen como FFP2 y una de ellas incluso como FFP1. En el caso del modelo K95 Mask clasificadas como FFP2, concluyen que no cumple con los criterios requeridos para su uso ante el virus.
Según fuentes de la Junta, sólo Andalucía distribuyó 36.350 unidades de estas mascarillas de las cuáles han sido inmovilizadas 16.048. Eso hace un total de 20.302 mascarillas utilizadas por los profesionales andaluces. Éstas mascarillas han sido distribuidas por las distintas provincias, en Cádiz dónde se han notificado un reparto de 2.364 unidades en el Hospital de Punta de Europa de Algeciras, de las cuáles se han usado 1.554, afectando a 387 trabajadores y realizándose 45 test PCR para detectar posibles contagios. En el Hospital de La Línea de la Concepción se han recepcionado 1.065 mascarillas, dándose uso a 120, perjudicando a 113 trabajadores, de los cuáles 99 han sido sometidos a test PCR. En la Atención Primaria del Campo de Gibraltar han recibido 857 unidades, utilizándose 179 de ellas, viéndose afectados 179 trabajadores y habiéndose realizado sólo 3 test PCR. También han llegado a los centros de Bahía de Cádiz- La Janda, Jeréz, Puerta del Mar y Puerto Real. En la provincia de Málaga también han recibido estas mascarillas defectuosas. En el hospital Costa del Sol de Marbella han recibido 1.800 unidades de las primeras mascarillas, llegando a utilizarse 1.500 de ellas en unidades como UCI, quirófano o urgencias. Las segundas mascarillas nunca llegaron. En el Hospital Carlos de Haya y en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga han recibido ambos modelos. Las mascarillas Élite llegaron al Hospital Reina Sofía de Córdoba (pruebas funcionales de neumología en UCI y unidades de Covid-19). En Granada se recibieron ambas en la UCI del Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Llegaron al Hospital Torrecárdenas de Almería pero nunca llegaron a utilizarse.
En España, se da la cifra escalofriante de un 20% de personal sanitario contagiado y en Andalucía en concreto, a finales de Abril se contaba con más de 2500 profesionales afectados por el Covid-19 en todas las categorías sanitarias y no sanitarias del sistema sanitario andaluz, tanto público como privado y éste número va en aumento.
Las mascarillas se distribuyeron antes de tener el resultado de su efectividad, a pesar del antecedente que ya existía sobre el deficiente funcionamiento de la partida anterior de mascarillas. Llueve sobre mojado para un colectivo que se encuentra inmerso en una situación laboral compleja, con continuos cambios y aumento de la carga asistencial. Este acontecimiento añade más estrés si cabe a su situación laboral por sentirse desprotegidos ante su labor asistencial.
Aún más grave puede considerarse este incidente de mascarillas Élite consideradas como FFP3, ya que su uso está reservado para técnicas muy invasivas con pacientes contagiados y se ha demostrado que su efectividad es de mascarilla FFP2 e incluso FFP1.
Desde Sanidad FAC-USO-ANDALUCIA consideramos imprescindible la revisión de todo el material sanitario previamente a su distribución, para que el personal sanitario pueda trabajar con todas las garantías de seguridad. La presión asistencial del virus es menor en este momento presente y no es necesario precipitarse en decisiones que pueden poner en peligro la salud de los profesionales.
Por otro lado, se ha informado por parte de la Junta que va a localizar al personal que ha estado expuesto por el uso de este material pero consideramos que se han realizado aún pocos test PCR a este personal. Además se hace necesario el aislamiento preventivo de este personal para que no se conviertan en vectores de contagio a mas personal e incluso a los pacientes que atienden.