El secretario de Organización de la FAC-USO Sanidad y Dependencia Andalucía, Victorio Carcela, denuncia el mal funcionamiento de los ascensores, tubos neumáticos y diversa maquinaria en determinados centros hospitalarios del Servicio Andaluz de Salud
La consejera de Salud sabe de estos problemas de los ascensores en los centros hospitalarios puesto que, ya en el año 2018 en una reunión mantenida por parte de USO con ella, se le pasó un dossier de los fallos que había en los ascensores y otras maquinarias cuando se encontraba en la oposición parlamentaria.
En el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, hay 27 ascensores, pero para camas solo existen cuatro en el hall. Hay veces que alguno se lleva más de una semana averiado (puertas que fallan, que se abren y se cierran varias veces con pacientes encamados dentro…). «Los trabajadores y pacientes, a veces, sienten miedo cuando llegan a la octava planta y se siente un ruido fuerte. Hay dos ascensores pequeños que funcionan. El resto están averiados», relata Carcela.
El tubo neumático del Hospital de Valme lleva averiado desde principios de año
En el Hospital de Valme de Sevilla, un ascensor se ha llevado más de dos meses averiado y, cuando por fin se arregla después de múltiples escritos a la dirección de dicho centro, vuelve a fallar cada dos por tres con el malestar consabido de los trabajadores, usuarios y pacientes, ya que se forman colas de tres y cuatro camas esperando con el consiguiente retraso para subir o bajar a quirófano, RX u otras pruebas complementarias. El tubo neumático lleva desde principios de año averiado, con la sobrecarga de trabajo para los celadores. Después de muchos escritos y reuniones con la dirección, han comunicado a USO que están en proceso de colocar un equipo nuevo.
En el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, hay un ascensor en concreto que lleva más de dos meses averiado y el tubo neumático, alrededor de tres meses, con el consiguiente aumento de las cargas de trabajo para los celadores al tener que llevar las analíticas en mano a cada planta.
En el Hospital de Puerto Real (Cádiz), la cocina se encuentra muy deteriorada, los vestuarios de la lavandería están en un estado poco salubre, ya que aparecen todo tipo de animales: avispas, cucarachas, pájaros e incluso serpientes. Las taquillas para el personal se encuentran muy mal y no tienen separación para no juntar la ropa de trabajo con la de calle. También hay maquinaria que no cierra herméticamente, con el consiguiente peligro para los trabajadores por riesgo de electrocución, etcétera.
En el Hospital de Jerez, el Área Materno-Infantil «se cae a pedazos». Solo se realizan parches y la urgencia desde la covid se atiende en un módulo prefabricado que tiene goteras y donde el aire acondicionado no funciona bien. En la zona de quirófano y paritarios, «los azulejos se caen, no hay espacio para almacenes y, en los pocos que hay, el personal se cambia al no tener taquillas en donde no existe ni baño ni ventilación. No hay tubo neumático para enviar las analíticas», añade Carcela.
En el Hospital Punta Europa (Algeciras), los ascensores son antiquísimos. El del office de la cocina, en concreto, está más tiempo averiado que en funcionamiento. «La maquinaria de la lavandería tiene más de 40 años y, cada dos por tres, se avería una calandra con el consiguiente retraso en servir la ropa», denuncia.
«Llevamos más de dos meses concentrándonos incluso en el Parlamento de Andalucía para intentar evitar el cierre de la lavandería del Puerta del Mar de Cádiz, aunque sólo hemos recibido buenas palabras de que no se va cerrar ni privatizar, pero, a día de hoy, siguen existiendo los mismos problemas: no se compra maquinaria nueva ni se arregla adecuadamente la que se encuentra estropeada y se sigue enviando ropa a lavanderías externas, con el consiguiente aumento en el gasto público, el cual podría ser menor con unas instalaciones y máquinas en condiciones y públicas«, remarca Victorio Carcela.
Fuente: El libre