USO, junto al resto de sindicatos y un grupo de empleados del centro jerezano protestaron contra la previsible adjudicación del servicio de mantenimiento a una empresa privada.
Los trabajadores de mantenimiento del Hospital de Jerez cuentan que, desde hace un par de años, la reposición de materiales para que puedan llevar a cabo su trabajo con normalidad, se viene ralentizando. “Para que llegue una pieza hay que esperar un mes”, cuenta uno de ellos, concentrado frente a la puerta principal del centro hospitalario, protestando contra la privatización del servicio que pretende llevar a cabo el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la provincia de Cádiz. “El mismo que tiene que facilitar los medios para que trabajemos es el que quiere privatizar, por lo que tenemos al enemigo dentro”, reseña otro empleado, uno de los 150 que, en todos los centros sanitarios de la provincia, se pueden ver afectados si, finalmente, se adjudica a una empresa un servicio que, con el paso de los años, “ha ido empeorando”, comentan los propios trabajadores.
“Cada vez hay menos personal, somos menos los contratados, no se cubren las bajas, ni las reducciones de jornada que piden algunos compañeros…”, reseña uno de ellos. Un eventual, que escucha la conversación, asegura que cada final de mes tiene “el agua al cuello”, ya que le van renovando el contrato mensualmente, y nunca sabe cuándo dejará de trabajar. Con la previsible llegada de una empresa que se encargue de la gestión del mantenimiento del Hospital de Jerez, aseguran que empeorarán sus condiciones. “Hay diez o doce camas que están esperando material para ser reparadas”, se quejan, y añaden que “hace dos años que escasea el material”, por lo que creen que todo forma parte de una “maniobra calculada” para acabar privatizando el mantenimiento.
“La empresa adjudicataria debe realizar la prestación del servicio de manera que, además de cumplir todos los requisitos exigidos, cumpla los objetivos de calidad —consecución del mejor estado, funcionamiento y prestación de las instalaciones— más significativos”, se puede leer en el pliego de condiciones técnicas publicado por el SAS y que debe cumplir la compañía que se haga con la gestión del mantenimiento.
“Cuando se habla de gestión clínica, modernización, colaboración publico-privada, o externalización, en realidad se está hablando de que la sanidad pública está en venta”, lee José María Luque, trabajador sanitario, durante la protesta de este lunes. “Ahora se da en llamar colaboración público-privada a la presencia del sector privado en la provisión de servicios sanitarios públicos, siendo además el negocio ideal: la financiación pública está garantizada, los usuarios nunca faltarán y los beneficios (privados) están garantizados”, añade.
La adjudicación de este servicio va a suponer, para los sindicatos que se oponen a este proceso —están presentes en la convocatoria representantes de USO, CGT, CSIF, CCOO y UGT, además de la federación vecinal Solidaridad—, «un incremento brutal de la precariedad entre el personal de las empresas privadas que finalmente ejecuten el servicio”, y critican que “el propio concurso recoge la posibilidad de subcontratar hasta un 60% del importe de adjudicación”.
La compañía que se haga con el contrato se encargará del mantenimiento y reparación de la central térmica de los centros, la central frigorífica, la instalación eléctrica de alta y baja tensión, la instalación de acondicionamiento y tratamiento de aire, las redes de distribución de agua fría y caliente, las redes de climatización, la instalación de combustible, fontanería y tratamiento de agua, las instalaciones integrales de comunicaciones, la cocina… y otra serie de instalaciones que, no solo se pretenden prestar desde lo privado en Jerez, sino en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, el Hospital de Puerto Real, el nuevo de La Línea o el Punta Europa de Algeciras.
La parlamentaria andaluza de IU, Inmaculada Nieto, presente en la concentración, asegura que su formación va a “pelear en Sevilla para que esta insensatez no se lleve a efecto”, ya que “a un servicio que actualmente se presta 100% desde lo público habrá que restarle el dinero del beneficio industrial, el dinero del IVA y el dinero que luego se lleve la subcontrata; por tanto, cuánto dinero va a quedar para prestar efectivamente el servicio”, se pregunta. Nieto sostiene que “a ver si de una vez por todas, Susana Díaz se da cuenta de que las cosas no son lo que se dicen sino lo que se hace, por mucho que ella diga que defiende la sanidad pública, la está vendiendo al mejor postor tanto en lo asistencial como en el mantenimiento”.
Fuente: La Voz del Sur