La Comisión Española de Ayuda a los Refugiados, de cuya Asamblea Rectora forma parte USO, ha hecho público su Informe anual 2015, sobre las personas refugiadas en España y Europa.
En dicho informe se revelan cifras que nos deben de llevar a la reflexión. Cifras que son la consecuencia de las tragedias políticas y de la desigualdad. A finales del año 2013 había 51,2 millones de personas, la cifra más elevada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, que vivían fuera de sus hogares a causa de la persecución, las guerras y las violaciones de los derechos humanos. Ahora, este año, CEAR calcula que se sobrepasan los 55 millones de personas.
Las políticas de la Unión Europea siguen poniendo en riesgo la vida de miles de refugiados.
El pasado año 2014, el mundo vivió un éxodo mundial, sin precedentes, debido al agravamiento de los conflictos en Siria, Ucrania y numerosos países africanos.
Siria se convirtió, en el primer país emisor de dichas con 3´5 millones de personas refugiadas. Frente a la pasividad de Europa, fueron los países vecinos los que asumieron el 97% de estos refugiados.
Por otra parte, el Mediterráneo, fue de nuevo un cementerio para miles de personas que huyen de conflictos y persecución.
Otro de los problemas que se señala en este informe es la fortificación de las fronteras europeas con el incremento de vallas, uso de la violencia y devoluciones ilegales, junto la retirada de operaciones de salvamento en el Mediterráneo.
Estrella Galán, Secretaria General de CEAR, recordó que la cifra de víctimas que murieron ahogadas en el Mediterráneo en 2014 alcanzó las 3.419 personas, “si queremos que este número no siga creciendo este verano, Europa debe de actuar de inmediato y no dilatar más la toma de decisiones”.
En el informe de CEAR se sitúa a España a la cola de Europa ya que recibió menos de un 1% de las 625.000 solicitudes que llegaron a la Unión Europea. “Son datos que demuestran el escaso compromiso de España como el conjunto de la Unión Europea con las personas refugiadas”, destacó Nuria Díaz, Coordinadora de Incidencia y Participación Social de CEAR.
La entrada en vigor de la Ley de Seguridad Ciudadana, que pretende dar cobertura legal a las devoluciones ilegales de Ceuta y Melilla, supone un retroceso en el derecho de asilo. “A pesar de la puesta en marcha de las oficinas de asilo en Ceuta y Melilla, las personas de origen subsahariano siguen siendo las grandes excluidas por no permitírseles el acceso a las mismas”, indicó Díaz.
También en esa rueda de prensa intervino Suleikha Ismael, una refugiada somalí que huyó hace 8 años con el inicio del conflicto en su país. “No fue fácil para mí. Tuve que salir con mis hijos de Somalia por miedo a que los reclutaran a la fuerza. No salimos juntos por miedo a morir todos”.
Esta refugiada agradece la oportunidad de vivir en Madrid, al tiempo que reclama a España y a la Unión Europea que respete el derecho de obtener refugio. “Yo aquí soy feliz, pero se que muchos de mis vecinos han muerto en el Mediterráneo buscando una oportunidad como la mía».
Resumen Ejecutivo-Informe 2015.
Más información en www.refugiadosmasquecifras.org.
