El Consejo Confederal de USO respalda por unanimidad una resolución especial con las líneas de trabajo que el sindicato defenderá para la reconstrucción del país tras la crisis del covid-19
El 136º Consejo Confederal de USO ha aprobado por unanimidad la resolución especial “Demanda de grandes pactos y prioridades para la reconstrucción socioeconómica y laboral”, en la que el conjunto de la organización ha recopilado las líneas generales a trabajar para salir de la profunda crisis social que ha provocado la pandemia por coronavirus covid-19.
El documento es una síntesis de los grandes retos y líneas rojas a defender que se marcó el sindicato en su Resolución General del 11º Congreso Confederal, en 2017. “Pero adaptándolo a la realidad laboral y social que vivimos cuatro años y una profunda crisis sanitaria después. La Resolución General era un texto que abarcaba de manera rica y profusa el trabajo y sus implicaciones tal y como lo conocíamos en 2017. Hoy, eso ha cambiado y nuestra forma de hacer sindicalismo, también. Sin movernos un ápice de nuestros principios, el sindicato es un organismo vivo, que evoluciona con la sociedad, con los imprevistos y para dar respuesta a las nuevas necesidades de los trabajadores. Por ello, esta Resolución Especial se centra en las prioridades del momento y en una explicación sucinta de todas ellas”, expone Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Los grandes cambios del mundo laboral y de la protección social, en 7 capítulos
La Resolución Especial de la USO se estructura en 7 capítulos. En ellos se agrupan las necesidades más imperiosas para salir de la crisis “y hacerlo, además, en mejores condiciones que antes de ella. Desde USO queremos incidir en que muchos de estos cambios no son necesarios por la pandemia, sino que, de haber estado instaurados antes, nos habrían permitido encajar mejor el golpe”, recuerda Pérez.
El secretario general de USO pone varios ejemplos al respecto: “las carencias en digitalización y en inversión en I+D+i ya eran un hándicap de nuestra economía y de nuestra arquitectura productiva. Pero es que ahora no es una necesidad, es una exigencia. Sin desarrollar esos sectores, no vamos a salir de la crisis”.
Y lo mismo ocurre con la estructura contractual: “la pérdida de derechos de las últimas reformas laborales ya eran un clamor antes de la pandemia. Pero no podemos aspirar a salir de la crisis social sin reforzar la protección. Más que nunca, hay que redactar una nueva legislación laboral, y ya sabemos lo que no funciona. No se trata de poner parches a los textos que hay, sino de construirla de cero, para el trabajo del ya más que avanzado siglo XXI: adiós al catálogo interminable de tipos de contratos, a las discriminaciones si estás en una contrata, a las jornadas absurdas o a las prebendas para modificar unilateralmente condiciones laborales individuales o colectivas”, resume Joaquín Pérez.
Un documento de reconstrucción con la firma de toda la USO
El Consejo Confederal ha respaldado por unanimidad un texto que es fruto del trabajo de toda la USO. El esqueleto inicial ha sido enriquecido por todas y cada una de las estructuras internas de nuestro sindicato, tanto territoriales como sectoriales. “Aunque podríamos haberlo hecho aún más resumido si nos centramos en la generalidad, entendíamos que hay problemas que no afectan a todos los trabajadores, sino a grupos, que sin embargo es imprescindible resolver con el respaldo de toda la organización. Esta crisis ha señalado a personas que son esenciales y otras que no. No, todas las personas, trabajando ahora mismo o no, son esenciales, y sus máximas reivindicaciones deben estar en primer plano. La Resolución Especial tiene también ese valor de pluralidad que defendemos en nuestro sindicato. Lleva una parte de cada uno de nosotros”, se enorgullece el secretario general de USO.
El documento elaborado por la Unión Sindical Obrera “será nuestra carta de presentación. En todos los foros. Independientemente de quién nos escuche. Como siempre pasa con la USO: tengamos enfrente al partido o gobierno que tengamos, a la empresa que tengamos. Lo hacemos público porque estamos orgullosos de defenderlo. Y no nos importa de qué color sea nuestro interlocutor”.
Por último, Joaquín Pérez lamenta “que el trabajo que hacemos en USO desde el conocimiento de primera mano de la realidad laboral no se aproveche para mejorar la situación crítica del país. Las mesas del diálogo social siguen siendo una partida entre amigos. Ni siquiera con la situación que tenemos encima como país han sido capaces de aceptar con humildad que todos los sindicatos tenemos algo que aportar por el bien de todos. La Unión Sindical Obrera seguirá con la mano tendida, con propuestas e ideas para el bien común. Sin exclusiones, palmadas en el hombro ni chantajes: solo con trabajo”.