A la luz de los datos conocidos el pasado día 2 sobre el desempleo en febrero, que rompen la tendencia de subida del empleo en los últimos dos años, que cifran el número de desempleados registrados en 4.152.986 personas, con un aumento de 2.231 personas, desde USO advertimos que el empleo se está ralentizando y se está precarizando aún más.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, se ha producido un aumento de ocupados (63.355), pero la subida es menos marcada que la registrada en febrero de 2015, cuando fue de 96.910 cotizantes. Todo ello nos lleva a confirmar la ralentización del empleo.
Una vez más, son las mujeres y los jóvenes menores de 25 años sin empleo, los colectivos que más han sufrido el desempleo durante este mes.
Además, observamos con preocupación cómo la precarización del empleo avanza en febrero. A pesar del ligero incremento del número de contratos indefinidos, que suponen el 10,21% del total de contratos, los contratos temporales a tiempo parcial se incrementan y alcanzan el 30,68%. Según estos datos, se sigue apostando por la creación de un empleo precario e inestable.
Un modelo sustentado en contratos basura, que bonifica la precariedad y la tendencia hacia el trabajo de baja calidad, vuelve a dejar a los trabajadores y las trabajadoras de nuestro país muy expuestos a cualquier vaivén económico. Ese no es el camino.
También se constata la progresiva caída de la cobertura del sistema de protección por desempleo, que en enero se situó en el 55,74%, con una caída del 1,3% respecto a enero de 2015.
Desde USO continuamos reclamando al nuevo Gobierno, sea cual sea, que apueste por defender el trabajo como derecho fundamental de todos los españoles y ponga en marcha, de manera urgente, políticas de crecimiento generadoras de actividad económica y de creación de empleo estable y de calidad como única salida a la grave situación que vive el mercado de trabajo en España. Para ello, solicitamos la aplicación de un plan de estímulo económico y por el empleo a nivel nacional dotado económicamente con el 1,5% del PIB nacional y la configuración de un plan estratégico para la industria.