En el último año, el contrato indefinido se ha multiplicado por tres, ya supone el 43,2 % de los contratos firmados en el último mes, noviembre. Un mes significativo para hablar de contratos, porque la moda del Black Friday ha convertido al undécimo mes del año en el rey de las contrataciones exprés, mucho más que los eneros de antaño, con sus campañas de rebajas a la antigua.
“Cambiarle el nombre a un contrato no es una varita mágica. En USO siempre hemos pedido que el contrato sea indefinido por defecto, que sea la empresa quien tiene que demostrar una causa objetiva para firmar un contrato temporal. Hasta ahí, nos parece un planteamiento adecuado. Sin embargo, también hemos pedido desde que comenzó a negociarse a puerta cerrada la reforma laboral que se hicieran cambios profundos en la legislación. Un contrato indefinido con un despido tan fácil y barato no es ninguna garantía. Despedir a una persona al mes de contratarla de forma indefinida cuesta unos 50 euros. Despedirla la primera vez que la contratan, en período de prueba, es gratis. La legislación laboral no es solo el nombre de un contrato. O de verdad se hace una reforma integral o la realidad de los trabajadores no cambiará”, reflexiona Joaquín Pérez, secretario general de USO.
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