Con motivo de la reunión de los ministros europeos de Sanidad en Grenoble, la FSESP reitera su exigencia de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la sanidad y la asistencia social. La pandemia, que duró dos años, ejerció una enorme presión sobre los trabajadores y los sectores, que ya contaban con poco personal, poca inversión y la amenaza de la privatización. Estos factores provocaron un aumento de los niveles de estrés y de agotamiento, lo que a su vez hizo que muchos abandonaran o se plantearan abandonar sus puestos de trabajo, consecuencias especialmente visibles en el sector de los cuidados de larga duración. Además, la negligencia en el sector de los cuidados de larga duración y los proveedores de cuidados privados -como Orpea- que hacen de los cuidados un beneficio lucrativo a expensas de los receptores de los cuidados y de los trabajadores demostraron la necesidad urgente de detener la comercialización y la financiarización del sector de los cuidados.