En su intervención en la Cumbre del G20, Guy Ryder urgió a los líderes a acelerar el desarrollo inclusivo y responder a los crecientes desafíos que plantean el empleo y la igualdad
El Director General de la OIT, Guy Ryder, celebró el compromiso asumido por los líderes del G20 para abordar los crecientes déficits en materia de igualdad y empleo.
“Los líderes de los países de todo el G20 hablaron con franqueza sobre los riesgos económicos y políticos ocasionados por las débiles perspectivas de empleo”, declaró Ryder al finalizar la reunión de dos días en Hangzhou.
“Los acuerdos alcanzados en la Cumbre de Hangzhou señalan un cambio de dirección hacia respuestas políticas más equilibradas a los desafíos de lento crecimiento, altos niveles de desempleo y subempleo, desigualdad, y al rápido y continúo cambio estructural”.
El comunicado oficial de la Cumbre se compromete a “trabajar a fin de garantizar que el crecimiento económico responda a las necesidades de todos y beneficie a todos los países y a todas las personas, en particular a las mujeres, a los jóvenes y a los grupos desfavorecidos, al crear más empleos de calidad, hacer frente a las desigualdades y erradicar la pobreza, de manera que nadie sea dejado atrás”.
Además, pone de manifiesto que para el desarrollo sostenible “el fortalecimiento de las instituciones y políticas del mercado laboral puede apoyar la productividad y promover el trabajo decente y, por lo tanto, un mayor crecimiento de los salarios, sobre todo para los trabajadores de bajos ingresos”.
Ryder señaló que “el imperativo de dirigir la interconectada economía mundial hacia una trayectoria de desarrollo más rápido y más inclusivo con carácter de urgencia es un sentimiento general, así como lo son las peligrosas consecuencias del fracaso”.
Ryder indicó que, a nivel mundial, los niveles de desempleo y subempleo son altos y están aumentando, el salario laboral está estancado y las desigualdades se acentúan. El desempleo juvenil registró un nuevo incremento y es probable que alcance el 13,1 por ciento en 2016, cerca de su máximo histórico, lo cual se traduce en 71 millones de jóvenes desempleados.
“Es necesario seguir insistiendo en la importancia del diálogo social para convertir los acuerdos mundiales en soluciones sostenibles.»
Esto produce una debilidad de la demanda de consumo, bajos niveles de inversión, presión en las finanzas públicas y un ritmo de crecimiento persistentemente lento. La lentitud del crecimiento ha generado tensiones sociales, también entre las mujeres y hombres jóvenes que quieren comenzar su vida laboral. Y obliga a las personas a abandonar sus comunidades y buscar trabajo en otra parte, con frecuencia en lugares lejanos.
El Director General de la OIT también destacó que las expectativas frustradas se convierten en la yesca que las fuerzas políticas incendiarias pueden utilizar para minar el apoyo hacia economías y sociedades abiertas que respetan y valoran la diversidad.
Agregó que el liderazgo del G20 fue vital para revertir estas tendencias, y el apoyo del G20 a las Naciones Unidas a través del Plan de Acción del G20 sobre la Agenda 2030 de desarrollo sostenible , fue fundamental.
Ryder además mencionó la importancia de la Declaración de los ministros de Trabajo y Empleo del G20 , la cual recomienda políticas para hacer frente a la pobreza de los trabajadores, poner fin a la discriminación, reducir las diferencias entre las condiciones de trabajo, y fortalecer los mecanismos de salario mínimo y protección social, políticas que serán decisivas en la configuración del futuro del trabajo.
Ryder también felicitó a China por haber involucrado a las empresas y a los trabajadores en los preparativos de la Cumbre.
“Es necesario seguir insistiendo en la importancia del diálogo social para convertir los acuerdos mundiales en soluciones sostenibles”, concluyó.