El fallecimiento de nuestra afiliada, Herminia, el pasado 27 de abril, trabajadora en el aeropuerto de Palma que fue agredida por un turista alemán y que no superó la intervención quirúrgica posterior a la que tuvo que ser sometida por las lesiones que sufrió, pone en evidencia, una vez más, el aumento de la siniestralidad laboral en los últimos años y la precaria situación en cuanto a la evaluación y prevención de riesgos laborales.
La muerte de esta trabajadora vino provocada por un factor psicosocial, el de la agresividad del pasajero. En el sector de la seguridad aeroportuaria, AENA viene derivando mayor carga de trabajo a las empresas de seguridad y servicios del aeropuerto que, en muchos casos, deben asumir un mayor volumen de trabajo con el mismo personal. Esto supone una mayor carga mental de trabajo y un aumento de la posibilidad de riesgos psicosociales para los trabajadores.
Los riesgos psicosociales son uno de los principales factores de enfermedades profesionales, y son capaces de crear diferentes trastornos musculoesqueléticos, y otros síntomas psicosomáticos debidos al estrés surgido en los trabajadores que aparecen con el paso del tiempo. Actualmente las empresas van concienciándose sobre este tipo de riesgos y se están llevando a cabo evaluaciones psicosociales, mediante cuestionarios realizados a los trabajadores, basados en distintos métodos.
Desde USO entendemos que, situaciones como la que en este caso ha supuesto la muerte de una trabajadora, podrían evitarse con un mayor diálogo y una mejor gestión con los medios adecuados, mediante una valoración más realista de los riesgos a los que está sometido el trabajador en su puesto, porque, tal y como expresa nuestro lema en la última campaña del 28 de abril: “Sin evaluación, no hay prevención”.