La CSI celebró un evento paralelo oficial dentro de la Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Desarrollo (FPAN) el viernes 12 de julio en las instalaciones de Nueva York. Durante el evento, el profesor italiano Giovannini presentó algunos detalles preliminares del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8, que la Alleanza Italiana per lo Sviluppo Sostenibile (ASviS) y la CSI están realizando conjuntamente para fomentar el seguimiento de la implementación del SDG 8 en todo el mundo.
Los sindicatos y la Confederación Sindical Internacional (CSI) lanzaron una reflexión para identificar elementos impulsores de políticas y recomendaciones que, a través de proporcionar evidencia sobre las brechas actuales que existen a nivel mundial, puedan ayudar a los gobiernos a implementar el ODS 8.
El profesor Enrico Giovannini – Universidad de Roma Tor Vergata y portavoz de Alleanza Italiana per lo Sviluppo Sostenibile (ASviS), presentó algunos puntos clave sobre la iniciativa conjunta que ASvIS y la CSI están llevando a cabo para fomentar el seguimiento de la implementación de el ODS 8 en todo el mundo (Índice ODS 8).
Al integrar varios temas relacionados con el crecimiento, el empleo, la productividad, las condiciones de trabajo y los derechos laborales, el ODS 8 es per se un objetivo multidimensional que desempeña un papel fundamental dentro de la Agenda 2030. Es esencial que la Agenda 2030 persiga el crecimiento económico y el pleno empleo sin poner en peligro el logro de otros objetivos, como los relacionados con cuestiones ambientales y climáticas. Dada su centralidad, alcanzar los objetivos del ODS 8 es vital para garantizar un logro completo y holístico de las ambiciones de 2030.
Entre los primeros hallazgos de la investigación, Giovannini insinuó la relación entre el nivel de ingresos y la implementación de ODS 8:
«el mensaje principal es que aunque el nivel de ingresos es importante, no nos cuenta toda la historia»
«Está claro que es improbable que se alcance el ODS para 2030 si se sigue avanzando a este paso»
«Las grandes empresas que incorporan la sostenibilidad en sus modelos de negocio presentan claros aumentos de productividad. Esto significa que el capitalismo necesita un cambio de paradigma»
El nivel de ingresos no impide un alcanzar un alto nivel de implementación del ODS 8. Los países con un ingreso nacional bruto per capita bajo (INB) también pueden tener un alto rango en la implementación de ODS 8 si respetan los derechos laborales y el diálogo social.
Por lo tanto, la idea de que impulsar el crecimiento económico es la única forma de avanzar en el trabajo decente está únicamente basada en una suposición. Esto porque hay muchas otras variables más allá del INB que pueden hacer la diferencia y deben ser consideradas.
Si nos tomamos en serio los desafíos vinculados con el futuro del trabajo, entonces el aprendizaje a lo largo de toda la vida debe ser reconocido como un derecho universal a nivel individual de formar parte de programas de aprendizaje para fomentar mercados laborales inclusivos.
Es extremadamente importante mejorar la recolección y monitoreo de datos. Esto parece ser particularmente cierto para los objetivos del ODS 8 que están vinculados a los derechos laborales y las condiciones de trabajo porque sufren una grave falta de datos, como en las áreas de:
- Salud y seguridad laboral.
- Ley de trabajo remunerado.
- Brecha salarial de género.
- Inspectores de trabajo.
- Empleo informal.
- Tasa de cobertura de la negociación colectiva.
Katinka Weinberger, Jefa de Política de Medio Ambiente y Desarrollo de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESPAP), destacó que la CESPAP está trabajando en la incorporación de indicadores sobre trabajo decente en el monitoreo regional de los ODS, a pesar de la falta de datos en varias metas del ODS 8. Además, mencionó que la CESPAP está actualmente realizando una revisión inclusiva del ODS 8, dirigida por la OIT, para afinar los indicadores sobre la dimensión social del Programa de Trabajo Decente, en particular en relación con la protección social y el diálogo social.
En la misma línea, Oliver Chinganya (Director del Centro Africano de Estadísticas de la Comisión Económica para África de la ONU) reconoció la dificultad de recopilar y comparar datos en África, donde solo 27 de los 54 países tienen datos comparables. Describió el trabajo actual realizado por UNECA y la Unión Africana para mejorar los datos de marcadores laborales. En este marco, expresó el interés de UNECA en utilizar la herramienta sobre el ODS 8 que proponen la CSI y Asvis para mejorar su capacidad de monitoreo.
Desde la perspectiva de América Latina y el Caribe, María Ortíz de la Oficina del Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) destacó el papel clave que desempeña el trabajo decente en la lucha contra la desigualdad, la cual está muy extendida en la región. En particular, destacó la necesidad de fortalecer las instituciones del mercado laboral, al tiempo que el acceso a la protección social y la adoptción de políticas fiscales más progresistas para movilizar la financiación necesaria.
Por último, Vinicius Pinheiro (Representante Especial ante las Naciones Unidas y Director de la OIT) presentó algunos puntos destacados del último informe de la OIT sobre la implementación del ODS 8, que muestra que el progreso en ODS 8 sigue siendo demasiado lento. Pinheiro destacó la utilidad de la Campaña de la CSI #timefor8 (LINK) pues pide una acción acelerada y mantiene el impulso sobre la urgencia de promover el trabajo decente.
Varias intervenciones, incluida la de la Comisión Europea, destacaron el papel del diálogo social para marcar la diferencia cuando se trata de la implementación del ODS 8. Los participantes señalaron la importancia de pasar de ver temas importantes en forma de costes a empezar a verlos como inversiones, como por ejemplo: la salud y seguridad ocupacional y los salarios; participación de la mujer; economía del cuidado la importancia de traducir la visión de la Agenda2030 en políticas concretas y líneas presupuestarias; el protagonismo de la juventud; el vínculo entre tecnología y empleo; y la necesidad de invertir en formación y educación.
En sus observaciones finales, Mamadou Diallo (CSI, Secretario General Adjunto) hizo hincapié en la necesidad de abordar los déficits persistentes de trabajo decente. La Campaña # timefor8 de la CSI y su mensaje sobre la necesidad de acelerar las acciones hacia la implementación de ODS 8, son parte del llamado del movimiento sindical para un Nuevo Contrato Social.