Para la USO, el incidente del pasado dia 13 en el Mesón Castellano de la Plaza Mayor de Soria, puso en evidencia las deficiencias en seguridad con que la Policia Local se ve obligada a acometer la custodia de determinados edificios públicos.
Pese a ello, USO destaca la determinación del agente interviniente, que pese a sus limitaciones físicas y a tener que enfrentarse a una situación complicada y peligrosa para su integridad, no dudó en asumir un riesgo que excedia su cotidiana labor de custodia del Ayuntamiento de Soria, prestada «a pelo», en ausencia de todo material de defensa, propio de la Policia Local y resto de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
USO recuerda que, verbalmente, se ha planteado en diversas ocasiones la dotación de un armero en la casa consistorial, que permita la dotación completa de la uniformidad de los agentes que prestan servicios de vigilancia y custodia de la casa consistorial y de las instalaciones de Acción Social, sin que esta sencilla y razonable petición haya sido valorada ni atendida hasta la fecha.
EL sindicato ha trasladado en diversas ocasiones la necesidad de revisar los protocolos de seguridad de estas instalaciones municipales, que en el caso de las dependencias de Acción Social son especialmente preocupantes, por contar con vigilancia solo de forma intermitente y por la propia naturaleza de esta prestación y de determinados perfiles de beneficiarios de la misma.
USO viene advirtiendo al consistorio de la presión laboral constante a que se ve sometido este
personal en su labor diaria, sometido por otra parte a una continuada precariedad laboral.
El sindicato cree imprescindible abordar la creación, con criterios objetivos, de un catálogo de puestos de segunda actividad para la Policia Local y resto de servicios municipales. Para el sindicato, garantizar la seguridad de las instalaciones municipales, ciudadanos y ciudadanas y de los propios empleados públicos, no debe ir asociada, exclusivamente, al desempeño de puestos de «segunda actividad».
Este catálogo debe contemplar perfiles ajustados tanto a la edad como a determinadas limitaciones físicas. En el caso de la Policia, el sindicato ha denunciado en diversas ocasiones la absoluta falta de transparencia e igualdad en la creación o provisión de determinados destinos, que discriminan al personal en función de criterios «poco claros» y en ocasiones caprichosos.
En la actualidad, este destino ocupa a siete agentes que prestan diferentes servicios, ademas de los reseñados anteriormente, en centro cívico, cuartel de la Policia, pista de tráfico y plaza de toros. En todos los casos se carece de protocolos y de una clara definición de funciones, responsabilidades y condiciones de prestación, que podrian definirse en el catálogo propuesto.
En este sentido en la última comisión paritaria, USO solicitó la sustitución del denominado «Consejo de Mandos» de la Policia Local por el denominado «Consejo de Policia», previsto igualmente en la Ley de Coordinación de las Policias Locales de Castilla y León y que permite la presencia de los sindicatos representativos del personal funcionario en este órgano asesor, algo que no parece del agrado de la concejalía de Seguridad Ciudadana, con la cuestionada Lourdes Andrés al frente.
Para la USO, la alternativa de poder abordar los problemas de la Policia Local desde un órgano interno con presencia sindical es mucho más positiva que la pretensión de imponer el
«ordeno y mando» del equipo de gobierno socialista del Ayuntamiento de Soria, que acostumbra a aprovechar este «Consejo de Mandos» para imponer decisiones que se venden como de «consenso», algo habitual en el paripé publicitario en que ha convertido la «participación ciudadana» el Ayuntamiento, del que ha parecido tomar buena nota la Diputación Provincial.
Para el sindicato es urgente y prioritaria la convocatoria de oferta de empleo público de las vacantes existentes en la Policia Local, amparadas buena parte de ellas en la más absoluta discrecionalidad, dentro de la tónica habitual del rechazo del equipo de gobierno socialista al respeto a los criterios de publicidad, igualdad, mérito y capacidad, términos incompatibles con su afán de diseñar un Ayuntamiento donde impera un «amiguismo» a la media de sus propios intereses.