Los trabajadores de los servicios públicos europeos están demostrando de muy diversas maneras que esperan aumentos salariales significativos que valoren el trabajo que realizan para la sociedad, compensen la elevada inflación y muestren respeto por su dedicación durante el dificilísimo periodo de COVID-19. Mantuvieron en funcionamiento los servicios públicos. Siguen produciéndose huelgas y acciones sindicales en toda Europa.
Los dirigentes de los sindicatos europeos de los servicios públicos se unieron en un poderoso mensaje de solidaridad durante el Comité Ejecutivo de la FSESP. Los trabajadores de la salud en Irlanda del Norte, los funcionarios en el Reino Unido, los trabajadores de los servicios sociales y los electricistas en Noruega fueron solo algunos ejemplos de trabajadores comprometidos en acciones. Firmamos cartas de protesta al presidente francés Macron, ya que forzó la aprobación de una reforma de las pensiones sin negociaciones con los sindicatos y sin mayoría en el Parlamento francés, utilizando poderes extraordinarios para imponerla a millones de trabajadores. Los sindicatos franceses continuarán con sus protestas y varios sindicatos, incluidos los del sector de la energía, continúan con las huelgas.
El 1 de mayo, Día Mundial del Trabajo, será un día de resistencia y acción para detener las reformas en Francia. La FSESP se unirá a una delegación internacional en apoyo de los trabajadores franceses y sus sindicatos.
Los derechos sindicales encabezaron el orden del día. Henrik Kristensen, responsable del seguimiento de la aplicación de la Carta Social Europea del Consejo de Europa, explicó cómo el Convenio Europeo de Derechos Humanos y la Carta Social Europea se complementan mutuamente y crean un conjunto potente y completo de derechos políticos, económicos, civiles y sociales.
Explicó que las recientes evaluaciones del Comité Europeo de Derechos Sociales de un amplio conjunto de derechos y se concentró en los derechos sindicales clave como el derecho de sindicación (art.5), el derecho de negociación colectiva (art 6) y el derecho de huelga (art.6.4). Señaló con preocupación las crecientes violaciones de los derechos laborales y sindicales en Europa.
Subrayó la importancia de hacer frente a las violaciones y expuso los mecanismos para hacerlo. Agradeció a la FSESP y a sus socios Eurocop y Euromil su contribución a la evaluación mostrando las violaciones de los derechos de los trabajadores uniformados. Había tenido repercusión. Animó a la FSESP a seguir contribuyendo y a considerar la posibilidad de convertirse en parte reconocida del Secretariado. Completó la aportación Stefan Clauwert, asesor jurídico y experto de la CES. Asiste a sindicatos y confederaciones en sus casos de defensa de los derechos laborales y sindicales ante el Comité Europeo de Derechos Sociales. Subrayó que el balance era bastante sombrío, ya que la mayoría de los países vulneraban los derechos sindicales. Mostró cómo puede utilizarse el mecanismo para proteger y promover los derechos sindicales. Los miembros subrayaron la importancia de hacer cumplir las decisiones del Comité de Derechos Sociales.
Se criticó a la Comisión Europea por su doble rasero en relación con el Diálogo Social Europeo. Por un lado, afirma promover el diálogo social con la publicación de la Iniciativa de Diálogo Social, que anima a los interlocutores sociales a celebrar acuerdos europeos de interlocutores sociales aplicables a sectores enteros y en toda la UE.
Presenta una recomendación sobre el diálogo social y la negociación colectiva en la que pide a los Estados miembros que promuevan la negociación colectiva y el diálogo social y creen la infraestructura necesaria para ello. Los miembros del Comité Ejecutivo lo acogen favorablemente.
Por otra parte, la Comisión Europea socava simultáneamente el diálogo social al tratar de externalizar sus responsabilidades en la organización del diálogo social. Ha destruido intencionadamente los criterios claros y los procesos transparentes que existían en relación con la evaluación de los acuerdos de los interlocutores sociales europeos y la forma de llevarlos al Consejo para que tome una decisión. Ha retrasado casi dos años su decisión de crear un comité de diálogo social a pesar de la petición de los empresarios y los sindicatos que se reconocen mutuamente.
La Comisión actúa a su antojo. Su decisión de negarse a tratar el acuerdo sectorial sobre digitalización en las administraciones del Gobierno central desde octubre del año pasado no se basa en criterios claros ni en un proceso transparente, sino en lo que considera conveniente. El Comité Ejecutivo de la FSESP dejó claro que esto no es aceptable y que la FSESP defiende su autonomía, el diálogo social y los procesos claros y transparentes. Para más información, véase aquí.
Los miembros recibieron información actualizada sobre la amplia labor realizada en toda la FSESP y tomaron nota de los informes sobre nuestro trabajo en:
- La política social europea y la aplicación de la Directiva sobre un salario mínimo adecuado y la negociación colectiva.
Política económica y reforma de la gobernanza económica europea
Administración nacional y europea, incluida la migración, el asilo y el posible abuso de las propuestas de reserva de talentos.
Administración local y regional, nuestro proyecto de remunicipalización con la ISP y el trabajo de la Red de Bomberos sobre el amianto
Servicios públicos, incluidas nuestras demandas de cambios en la Directiva sobre aguas residuales urbanas y de reforma del mercado de la electricidad de la UE.
Salud y servicios sociales, como las reuniones con la Presidencia del Consejo y la Comisión, la manifestación conjunta del 9 de diciembre y la aportación a la Declaración de Bucarest de la OMS-Europa sobre el personal sanitario y asistencial.
