Atención a la edad en la gestión preventiva: Importancia y beneficios

FAC-USO se ha comprometido, en este nuevo mandato, a mantenernos informados en materia de Salud Laboral.

Marco Estratégico Europeo de Seguridad y Salud en el Trabajo

Descubre la importancia de la atención a la edad en la gestión preventiva según el Marco Estratégico Europeo de Seguridad y Salud en el Trabajo 2021-2027.

El envejecimiento progresivo de la población laboral, la prolongación de la vida laboral y la confluencia de distintas generaciones en  un mismo entorno laboral,  hace cada vez más necesario que tengamos en cuenta la edad de la persona trabajadora, como factor relevante en las evaluaciones de riesgos y en la organización del trabajo.

Tomar conciencia de la importancia de integrar la perspectiva de edad en la gestión y planificación preventiva es esencial para cumplir uno de los principios de la acción preventiva contemplados en el art. 15 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales, adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo y de producción.

Gestión de la edad y prevención de riesgos laborales

El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo ha publicado junto con el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales el documento » Gestión de la edad y prevención de riesgos laborales» que recoge directrices y analiza dimensiones  a tener en cuenta en la planificación preventiva.

El objetivo último es poder desempeñar nuestro trabajo de manera adecuada  a cualquier edad , sin que ello suponga un riesgo para nuestra seguridad y salud.

Para ello debemos analizar cómo la edad afecta a todas las dimensiones que rodean a la persona trabajadora y a su puesto de trabajo: a nivel psicosocial, a nivel ergonómico, a nivel de medicina del trabajo y a nivel de seguridad en el trabajo ( prevención de accidentes de trabajo ).

Conclusiones del análisis

Las conclusiones de este análisis nos proporcionarán información sobre aquellos aspectos más relevantes relacionados con la edad a tener en cuenta en las evaluaciones de riesgos, en el diseño de los puestos de trabajo, así como en la planificación de la actividad preventiva, en las medidas organizativas a adoptar  y en su seguimiento.

No podemos perder de vista que puestos de trabajo similares pueden generar riesgos laborales diferentes, según sea la edad del trabajador/a.

El avance de la medicina, el retraso a la hora de acceder al mercado laboral y otros factores económicos y sociales ha provocado un envejecimiento de la población laboral que debe ser tenido en cuenta en la gestión preventiva de nuestros sectores.

Actualmente nos encontramos con un alto porcentaje de trabajadores y trabajadoras de más de 60 años, que conviven en su entorno laboral con jóvenes más adaptados a los nuevos cambios sociales y laborales.

¿Cómo proteger a las personas trabajadoras de  mayor edad ? 

Analicemos en primer lugar, los factores de riesgo que afectan más a las personas trabajadoras de edad avanzada.

La digitalización de las Administraciones Públicas y la incorporación de nuevos sistemas informáticos supone un esfuerzo para el personal de edad más avanzada.

La introducción de los nuevos avances tecnológicos en el entorno laboral implica cambios sustanciales en las condiciones de trabajo que llevan asociado un esfuerzo extra en formación y adaptación a las nuevas formas de trabajo.

El estrés laboral al que se somete una persona cuando hay un cambio tan importante en sus condiciones de trabajo es de por sí elevado; si estos cambios se producen cuando tenemos una edad avanzada el estrés es aún mayor pues a medida que cumplimos años nuestra capacidad de adaptación es menor.

Una edad avanzada va asociada, generalmente,  a un deterioro en la salud ;existe un aumento en la prevalencia de patologías crónicas y se puede desarrollar una mayor sensibilidad a determinadas exposiciones o condiciones de trabajo.

Se hace necesario realizar una vigilancia de la salud en la que se integre la variable edad y ello, no solo de cara a efectuar un seguimiento de la salud del personal trabajador, sino también para detectar y prevenir situaciones en las que los daños derivados del trabajo pueden estar vinculados con la edad de las personas trabajadoras.

A nivel ergonómico, el diseño del puesto de trabajo debe tener en cuenta la carga física y mental del trabajo así como otros factores de riesgo ergonómicos.

La atención, la memoria, la forma de procesar la información, el deterioro sensorial ( menor visión y/o audición ) o la demanda física a la que está sometido el trabajador o trabajadora son factores que deben ser evaluados para prevenir riesgos en la salud de las personas trabajadoras.

Si, por ejemplo, realizamos una tarea que nos demanda un esfuerzo físico superior a la capacidad física que tenemos, nos producirá trastornos musculo-esqueléticos como contracturas, dolores dorsolumbares, etc.

Si el diseño del puesto de trabajo es adecuado y adaptado a las características de la persona, incluida la edad, no debería afectar el trabajo a la seguridad y salud de la misma.

Lo esencial es conseguir que trabajar no perjudique a la salud de las personas.

Contar con personas de edad avanzada en nuestro entorno laboral no significa únicamente tener que adaptarle el puesto de trabajo en función de sus características y capacidades actuales, la experiencia de estos trabajadores y trabajadoras debe ser tenida en cuenta, y los más jóvenes deben valorarla.

La capacidad de análisis de situaciones, su experiencia y conocimiento acumulado a lo largo de los años son grandes aportaciones para un equipo de trabajo. Integrar a todo el personal mediante medidas organizativas adecuadas es hacer un equipo de trabajo eficaz productivo.

Existen estudios que han comprobado que los más jóvenes sufren más accidentes laborales mientras que las personas de mayor edad sufren más enfermedades profesionales, dándose un mayor número de situaciones de incapacidad temporal ( no por el tipo de patología en sí sino porque tardan más en recuperarse  ).

Nuestra tarea en las Administraciones Públicas

Hecho este análisis y sin olvidar el objetivo fundamental en Prevención de Riesgos Laborales: garantizar la seguridad y salud física y psíquica de la persona trabajadora, nuestra tarea consiste en promover que las Administraciones Públicas planifiquen las acciones y medidas necesarias que permitan eliminar, corregir y controlar las situaciones de riesgo expuestas, adoptando cuántas medidas sean necesarias para mejorar las condiciones de trabajo ergonómicas y organizativas de manera que personas de edad avanzada puedan desempeñar sus funciones sin que ello les suponga un riesgo para su salud.

Desde la Federación de Atención a la Ciudadanía de la Unión Sindical Obrera debemos trabajar para que se integre en la gestión preventiva de nuestro sector la perspectiva de la edad.

Debemos luchar para:

  • conseguir diseños de puestos de trabajo adecuados para cualquier edad
  • la adopción de medidas preventivas que eviten patologías derivadas de muchos años de trabajo, fomentando acciones formativas ante cambios organizativos o introducción de nuevas tecnologías y programas de salud laboral y hábitos saludables.
  • Diseñar nuevos modelos organizativos, flexibles y adaptados a las personas,  que fomenten la colaboración e intercambio intergeneracional, de manera que sean capaces de aprovechar lo mejor que cada edad puede ofrecer, la energía de la juventud y la experiencia de la madurez. 

¡Todos tenemos derecho a una protección integral en nuestro trabajo!

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