Coincidiendo con el inicio de la Conferencia Internacional del Trabajo esta semana en Ginebra, la CSI y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) han instado a los Gobiernos a apoyar el derecho de todos los refugiados a un lugar seguro, cuando el mundo se enfrenta al mayor flujo de refugiados desde hace 70 años.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, dijo que “los Gobiernos han incumplido en gran medida sus responsabilidades en base a la legalidad internacional, y hay una enorme diferencia entre esto y el sentimiento generalizado de la opinión pública de que los refugiados necesitan y merecen solidaridad y compasión. Con tantas personas atrapadas en campos de refugiados tanto en sus propios países como en países extranjeros, se requiere urgentemente una estrategia de reasentamiento global y cooperación, así como los fondos a escala mundial vitales para la protección social y la infraestructura necesarias para cubrir las necesidades de los refugiados en los países de acogida”.
Luca Visentini, Secretario General de la CES, afirmó que “Las personas que solicitan asilo deben ser tratadas con humanidad, y respetando la legalidad internacional. Resulta inaceptable que la UE pague a Turquía para mantener a los refugiados fuera de Europa, o la construcción de muros para impedir el paso a personas que huyen de la guerra. Debe haber una redistribución justa de refugiados en toda Europa. La responsabilidad no puede relegarse a unos pocos países que están en primera línea o que son los que hacen lo correcto. Es necesario invertir en servicios públicos para ayudar tanto a los refugiados como a las comunidades que los acogen, e integrar a los refugiados en el mercado laboral – estrictamente en base al principio de igual salario por trabajo de igual valor. No a la explotación de los refugiados, no a la reducción de salarios”.
La CSI, la CES y sus afiliadas distribuirán distintivos “refugiados bienvenidos” y copias de un nuevo informe especial de la CSI/CES sobre el tema, entre los delegados a la conferencia, que incluyen representantes de Gobiernos, empleadores y trabajadores.
Los sindicatos están profundamente preocupados por la muerte de más de 500 refugiados en los últimos días en aguas del Mediterráneo, y reiteran sus demandas de rutas legales seguras, respeto a la vida humana y estructuras de acogida adecuadas.