Las fuerzas de seguridad cercaron varias ciudades y pueblos del sureste de Turquía, donde, según la información recibida por la CSI, Mehmet Kaplan, empleado del Ayuntamiento de Cizre y miembro del sindicato DİSK/Genel-İş, fue asesinado a tiros delante de su casa. Hace aproximadamente un mes, otro miembro de este sindicato, Ramazan Uysal, fue también asesinado, mientras que otros tres fueron arbitrariamente detenidos. También se disparó contra las personas que trataron de recoger el cadáver del sindicalista que yacía en la calle. Más de diez personas resultaron gravemente heridas, entre ellas un periodista.
“La principal responsabilidad del Gobierno es salvaguardar la vida y la integridad física de todos los ciudadanos y ciudadanas turcos”, ha expresado Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. “Una vez más, varios sindicalistas han muerto defendiendo los derechos de los trabajadores. Es preciso que se haga justicia sin demora”, añade Burrow.
En una carta dirigida a las autoridades turcas, la CSI ha instado al Primer Ministro Davutoğlu y su Gobierno a que tomen todas las medidas necesarias para aclarar de inmediato las circunstancias precisas de estos crímenes contra el movimiento sindical de Turquía.
