La Directora General Adjunta de la OIT insiste en el papel fundamental que puede desempeñar el diálogo social para alcanzar un crecimiento equilibrado, sostenible e inclusivo en los países europeos.
El diálogo social entre gobiernos, empleadores y trabajadores es una herramienta muy eficaz para corregir los desequilibrios que persisten en el mercado laboral y para apoyar la recuperación económica y del empleo en la Unión Europea, declaró la Directora General Adjunta de la OIT, Deborah Greenfield, en una reunión de alto nivel entre gobiernos, interlocutores sociales y expertos internacionales.
Al dirigirse a la Conferencia Tripartita de intercambio de conocimientos “El diálogo social después de la crisis: buenas prácticas en la UE-28”, Greenfield comentó los primeros resultados de un nuevo informe de la OIT financiado por la Unión Europea.
El informe muestra claramente que el diálogo social sufrió las consecuencias de la crisis en la mitad de los países abarcados por el estudio. Sin embargo, a partir de 2013 -cuando la crisis se atenuó-, el diálogo social se reanudó, pero no en todos los países.
Las tendencias observadas en los países también ponen de manifiesto una presión cada vez mayor a favor de una reforma del mercado laboral, lo cual con frecuencia debilita las políticas de protección social. Estas políticas por lo general actúan como un amortiguador a favor de los que viven en la pobreza o al margen de ella.
“Debemos rechazar cualquier alegato que defienda que la ‘nueva normalidad’ es una donde el diálogo social no tiene cabida”, Greenfield advirtió, al recordar al público que el diálogo social se encuentra no sólo en al centro del mandato de la OIT, sino también en el corazón del modelo social europeo.
Greenfield destacó además que – en base a las primeras conclusiones del informe – los países donde el diálogo social ha demostrado ser más resiliente son los que mejor han logrado superar la crisis.
“Los gobiernos y los representantes de empleadores y de trabajadores tienen la responsabilidad de revitalizar las instituciones de diálogo social. Sólo un compromiso firme y una colaboración sostenida lograrán reconstruir estas instituciones y encontrar nuevas maneras para trabajar juntos”, agregó.
Por último, la alta funcionaria de la OIT insistió en que las instituciones de diálogo social también contribuyen a elaborar propuestas políticas creativas a favor de una recuperación económica y del empleo sostenible.
“Estoy convencida de que las repercusiones de la crisis han abierto nuevas perspectivas a las instituciones bipartitas y tripartitas para demostrar su valor en la elaboración de un nuevo modelo económico y social. Invito a los gobiernos y a los interlocutores sociales a participar en un debate informado sobre las caminos para modernizar las instituciones de diálogo social para el futuro”, concluyó.
El resultado de las discusiones de la conferencia de París serán incluidas en la versión final del informe.