Un nuevo informe de la OIT pone de manifiesto déficits de financiación cruciales en la protección social, y ofrece recomendaciones para las políticas, respecto de las formas de solucionarlos.
Según un informe de la OIT, para que los países puedan establecer un conjunto de medidas que garanticen un nivel mínimo de protección social –también denominado “pisos de protección social”– para 2030, hay que invertir más de 500.000 millones de dólares estadounidenses anuales.
En el informe Measuring financing gaps in social protection for achieving SDG target 1.3: Global estimates and strategies for developing countries (Resumen: Brechas en el financiamiento de la protección social para alcanzar la meta ODS 1.3: Estimaciones mundiales y estrategias para los países en desarrollo ) se indica que el gasto en cobertura se ha de incrementar drásticamente para lograr la cobertura universal de un conjunto básico de medidas de protección social.
Las medidas incluirían, entre otras:
- Transferencias en efectivo por hijo.
- Prestaciones de maternidad para madres de recién nacidos.
- Prestaciones de incapacidad.
- Pensiones sociales de vejez.
Tras realizar estudios en 134 países, los resultados indican que los niveles actuales de protección social solo cubren al 8,5 por ciento de los niños y al 15,3 por ciento de las personas de edad en los países de ingreso bajo. En cambio, en los países de ingreso mediano alto, el 35 por ciento de los niños y el 90 por ciento de las personas de edad gozan de cobertura.
“Creemos firmemente que el objetivo de la protección social universal es alcanzable si hay inversiones masivas, incluida la ayuda internacional al desarrollo para los países de ingreso bajo”, puntualizó Valérie Schmitt, Directora Adjunta del Departamento de Protección Social de la OIT.
La protección social desempeña un papel central en las iniciativas puestas en marcha para haber alcanzado en 2030 las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas , entre otros, los relativos a la pobreza, la igualdad de género, el trabajo decente y el crecimiento económico.
Los autores del informe señalan que muchos países de ingreso mediano o mediano alto disponen de capacidad interna para generar recursos con los cuales financiar un nivel mínimo de protección social. Sin embargo, si se desea lograr la cobertura universal para 2030, se necesitarán cantidades sustanciales de ayuda externa para el desarrollo que permitan subsanar el déficit de financiación en los 28 países de ingreso bajo cubiertos por la investigación.
Según el informe, los países de ingreso bajo tendrían que gastar el 5,6 por ciento (27.000 millones de dólares estadounidenses al año) de su Producto Interior Bruto (PIB) para cubrir dicho déficit. Los países de ingreso mediano bajo tendrían que destinar el 1,9 por ciento del PIB (136.000 millones de dólares al año), mientras que los países de ingreso mediano alto tendrían que gastar el 1,4 por ciento de su PIB (365.000 millones de dólares al año).
Las opciones de política para generar la financiación necesaria expuestas en el informe incluyen, entre otras, el aumento de los ingresos fiscales, la ampliación de la cobertura y las cotizaciones a la seguridad social, el aumento de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD), dando prioridad a los países de ingreso bajo, y la eliminación de los flujos financieros ilícitos.
“Promover la extensión de la cobertura de la seguridad social contributiva a los trabajadores de la economía informal en los países en los que el desarrollo del seguro social sigue siendo insuficiente generaría otros ingresos equivalentes al 1,2 por ciento del PIB de esos países”, dijo Fabio Duran-Valverde, Jefe de la Unidad de Finanzas Públicas, Actuariado y Estadísticas.
Del 25 al 28 de noviembre de 2019, la OIT auspiciará en Ginebra la Semana Mundial de la Protección Social , con objeto de trazar una vía hacia la consecución de la protección social para todos. Los participantes contribuirán a la elaboración de una hoja de ruta para el futuro de la protección social, en el marco de la Declaración del Centenario de la OIT para el futuro del trabajo .