Más de 40 sindicalistas de todos los continentes, pero con gran presencia africana, han participado en la Reunión General de la Red Sindical de Cooperación al Desarrollo (RSCD), vinculada a la Confederación Sindical Internacional (CSI), del 19 al 21 de abril. En esta ocasión, dado su carácter rotatorio, se ha celebrado en Lomé, Togo, en la sede regional de la CSI África, con participación de USO-SOTERMUN.
La Red Sindical de Cooperación al Desarrollo sirve para incidir en la arquitectura internacional de cooperación al desarrollo y la asunción de que el sindicalismo es un agente específico del mismo. La implantación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por los gobiernos en las Naciones Unidas, al ser universales y deber aplicarse a todos los países, se han convertido en una prioridad sindical para que con su implementación se logren sociedades inclusivas y lograr una transición energética. La Reunión General 2017 ha servido para contrastar nuestro trabajo y resultados.
En este tipo de reuniones se hace en una primera parte un relato de las actividades de la Red y del equipo de gestión desde la anterior Reunión General celebrada en el año 2016 en Bangkog. En este sentido, hay que destacar las publicaciones realizadas durante 2016 y 2017, ‘Financiación del sector privado con AOD [Ayuda Oficial al Desarrollo] y eficacia al desarrollo’, ‘El diálogo social para un desarrollo sostenible en Uruguay, Ghana e Indonesia’, ‘¿Cómo apoyan los donantes el Programa de Trabajo Decente?’ y ‘El diálogo social como motor e instrumento de gobernanza del desarrollo sostenible’, además de un folleto de divulgación sobre ‘Los objetivos de desarrollo sostenible’; las diferentes conferencias en las que ha participado y ha incidido con mayor o menor fortuna, Alto Nivel de Nueva York con presentación de los primeros Informes país ligados a la Agenda 2030 y los ODS; Nairobi, sobre Eficacia de la Ayuda y donde ha sido muy útil el estudio y documento de la Red sobre el sector privado; y con el Comité de Ayuda al desarrollo de la OCDE, CAD-OCDE.
Gracias a la participación en dichas conferencias y la pertenencia de la Red a diferentes Alianzas con otras asociaciones de la sociedad civil se puede decir que los conceptos sobre el ‘trabajo decente’, ‘diálogo social’ o libertad de asociación o negociación colectiva están formalmente admitidos y forman parte de las expresiones de las declaraciones o conclusiones de las conferencias internacionales. Esto, siendo importante, no impide que los trabajadores en muchos países se enfrenten a una realidad muy diferente a esas declaraciones, firmadas por sus propios gobiernos. Pero, también, esas declaraciones son herramientas que los sindicatos tienen para avanzar en la implementación y respeto del trabajo digno y el diálogo social.
También se hizo un repaso de la actividad de las regionales continentales y de los sindicatos nacionales en la difusión de los ODS tanto en el interno sindical, así como de su incidencia en los diferentes estados. En este sentido, hay que destacar el estudio y publicación de la CSA, la regional de la CSI en las Américas, sobre ‘El Rol del Sector privado en el desarrollo, Políticas de cooperación en Latinoamérica y el Caribe’. En España, dado la tardanza en formación de nuevo gobierno y la escasa voluntad política del mismo, no hay todavía un engarce institucional sobre el seguimiento e implementación de los ODS o no hay un Plan de Derechos Humanos y empresas. La CSI y las regionales africana, americana y asiática, no así la europea, han hecho una Resolución sobre el papel sindical en el cumplimiento de los ODS y su compromiso y coherencia con los mismos.
Dado que esta reunión ha sido en África, este continente ha tenido un especial protagonismo. Así, hubo una ponencia de Bartholomew Armah, de las NNUU UNECA, seguida de debate sobre similitudes y diferencias de la Agenda 2063 que se han dado los gobiernos africanos con la Agenda 2030 de los ODS. En este sentido, un elemento preocupante es la falta institucional de instrumentos nacionales de participación de la sociedad civil, y se criticó que esto incluye también a organismos de las Naciones Unidas. Hay carencias de diálogo social en muchos países donde la economía informal y la limitada capacidad de los estados, aún teniendo riquezas naturales, recortan aún más, las posibilidades de inclusión social. Por eso, las NNUU y los demás donantes deben contribuir más en crear y fomentar cauces de participación en los programas que realizan o facilitar la misma, apoyando y facilitando cauces en sus relaciones con los gobiernos nacionales.
También participó Alexandre Giráldez, Consejero Político de la delegación de la UE en Togo, quién desplegó los programas de la UE y como se aplican los Fondos de ayuda, volcados en ciertos sectores, y la descripción de los mismos, en los que defendió que se aprobaban con criterios de cumplimiento del trabajo digno, etc. No despejó las dudas sobre si existe una cultura o normativa en todas los países donde hay delegaciones europeas de cauces de participación estables y reuniones periódicas con la sociedad civil en el control, seguimiento e incluso fijación de prioridades queridas por la misma. Parecía que los gobiernos son los únicos y privilegiados interlocutores de la UE. Sí afirmó que un posible tratado comercial entre la UE y África está lejos en el horizonte, aunque pueden darse acuerdos con grupos de países con acuerdos de libre comercio entre ellos y que la Cumbre UE-África, prevista para noviembre de este año, cubrirá más aspectos que los exclusivamente migratorios.
Por otro lado, Pawel Gmyrek de la OIT informó de los avances de una discusión y declaración que tendrá que redactarse en 2018 sobre la eficacia en la cooperación al desarrollo de la OIT en un mundo cambiante tecnológicamente, con gran movilidad de población de unos países a otros (las migraciones inter africanas son mucho más relevantes que las que fluyen a Europa) y donde las multinacionales y las cadenas de valor absorben cada vez más, mayores beneficios, y aumenta la desigualdad.
Finalmente, en las conclusiones de la Reunión abierta se acordó que los sindicatos interesados contestasen un formulario sobre la situación en sus países de determinados indicadores para conocer y rastrear el grado de cumplimiento de los ODS en los próximos años y se ratificó un plan de trabajo para el próximo periodo consistente en seguir incidiendo en los informes país y las prioridades sindicales, en las próximas conferencias y reuniones internacionales en un triplete de conceptos, trabajo decente, diálogo social y libertad de asociación-negociación colectiva, ayudados con estudios de casos o países que fortaleciesen los argumentos sindicales para lograr sociedades inclusivas.